Por :Maricarmen Chinchay.
Diario La República.- En el Perú, el 12,2% de niños y niñas menores de 5 años tienen desnutrición crónica, según los resultados de la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES 2018), aplicada por elInstituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), los cuales fueron presentados oficialmente ayer.
La consulta de carácter nacional aplicada tanto en la zona urbana como rural revela que este problema de salud en los niños peruanos se redujo solo en 0,7% en comparación con el 2017 (12,9%). Huancavelica es el departamento con mayor índice de prevalencia de desnutrición en el país: 32%.
Es cierto que en el último quinquenio la desnutrición crónica se ha reducido en 5,3%, pero desde el 2016 dicha reducción no ha logrado sostener su ritmo en al menos 1% anual.
Ningún avance en anemia
En cuanto a la anemia infantil, la reducción tampoco resulta notoria. En el 2018, la anemia afectó al 43,5% de las niñas y niños de entre 6 y 35 meses de edad.
Y con respecto al 2017 (43,6%), el problema se redujo apenas en 0,1%. El departamento de Puno alcanza la tasa más alta de anemia con 67,7%, seguido de Pasco con 58,7% y Loreto con 57,4%. De 40% en el 2017, la anemia ganó terreno en la zona urbana del país subiendo a 40,9%. Mientras que en la zona rural se redujo de 53,3% a 50,9%.
Dos aspectos a tener en cuenta son: la cifra de anemia aumenta cuando se analiza el quintil inferior de riqueza, es decir, el sector de población más pobre. Allí la anemia alcanza un 53,6%. Y en aquellos niños con madres que tienen solo nivel primario de educación o carecen de formación escolar, la cifra es de 51,9%.
Del total de niños y niñas con anemia, el grupo comprendido entre los 9 y 11 meses resulta "más golpeado" con 61,8%.
"Año a año, el INEI entrega esta información con la finalidad de que los tomadores de decisiones cuenten con información estadística que les permita aplicar mejoras políticas y enfocar de mejor manera el presupuesto público", dijo José García Zanabria, jefe del INEI.
Embarazo adolescente
Otro indicador en el que el país no logra alcanzar una reducción significativa es el embarazo adolescente. Según la ENDES, en el 2018, el 12,6% de adolescentes de entre 15 y 19 años estuvieron alguna vez embarazadas. De este total, 3,3% estaban embarazadas por primera vez y 9,3% ya eran madres.
En el 2015, la cifra fue de 13,6%. En el 2016 fue de 12,7% y en el 2017 de 13,4%.
Volviendo al 2018, en el ámbito rural, la cifra de embarazo adolescente llega al 22,7%, mientras que en el ámbito urbano es de 10,1% en promedio.
Violencia familiar
La cifra de mujeres de 15 a 49 años que sufrieron violencia familiar por parte de sus parejas o compañeros fue de 63,2%.
Curiosamente, el factor educación o nivel económico no hace distinción en cuanto a esta problemática, ya que la cifra de mujeres afectadas que tienen nivel educativo superior fue de 33%. Y el quintil intermedio de riqueza alcanza el 54,1%.
"Un factor que debe considerar la ENDES es el agua. Si tenemos acceso a información precisa de cuántos hogares hacen uso de agua clorada, nos puede dar luces de por qué algunos indicadores como la desnutrición crónica y la anemia nos están costando reducir a un mejor ritmo", sostuvo Ariela Luna, viceministra de Políticas y Evaluación Social del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).
"Como sector debemos seguir sumando esfuerzos en aquellos grupos de edad donde, por ejemplo, la anemia está afectando más. Estamos buscando lograr cambios en los hábitos alimenticios de la población", indicó Neptalí Santillán, viceministro de Salud Pública del https://larepublica.pe/tag/minsaMinsa.
La ENDES 2018 tuvo una tasa de respuesta de 97,6%, la má
“Es una oportunidad para trabajar”
"La fecundidad se ha venido reduciendo sostenidamente de 3,5 hijos por mujer en el año 1996 a 2,2 hijos por mujer en la actualidad: 2 en áreas urbanas y 3,1 en áreas rurales. En un país donde el 80% de su población vive en zonas urbanas, este dato no es menor", señaló María Eugenia Mujica, representante auxiliar del Fondo de Población de las Naciones Unidas.
Añadió que aquellos indicadores que se mantienen con una tendencia estable como el embarazo adolescente son una oportunidad para que el país se plantee qué más se puede hacer para reducir esas cifras.