Salud en Casa.- El cáncer es la segunda causa de mortalidad en el mundo. Para 2030, se prevé que las muertes por esta enfermedad, ascenderán a 13,2 millones. Uno de los tipos que ataca con mayor frecuencia a las mujeres es el cáncer de mama.
Según el estudio Globocan 2018, realizado por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), a nivel mundial se contabilizaron 2.8 millones de casos de cáncer de mama ente hombres y mujeres. Mientras que, de enero a setiembre de 2018, 6 mil 985 personas, fueron diagnosticadas con esta enfermedad en el Perú, lo cual representa un incremento de 19.5%, respecto al año anterior.
Por ello, la compañía farmaceútica Galenicum Health resume los factores de riesgo que más influyen en la aparición de este mal:
En el cáncer se ven afectados los mecanismos genéticos de regulación y control del crecimiento y reproducción celular. Estas alteraciones son desencadenadas, principalmente, por la exposición a ciertas condiciones ambientales y de estilo de vida. En consecuencia, los factores genéticos hereditarios que causan por sí mismos un tumor representan una clara minoría.
Solo cerca del 5% al 10% de los cánceres de mama y de ovario se consideran hereditarios. Sin embargo, en estos casos, el tumor es propiciado por alteraciones genéticas que se transmiten de generación en generación y que aumentan el riesgo de aparición del cáncer en familiares.
Dentro de los otros factores de riesgo, tener una incorrecta alimentación es uno de los más destacados. Una verdadera toma de conciencia y cambio de malos hábitos es vital para la prevención.
Diversas pruebas científicas demuestran que un alto consumo de verduras y frutas, así como de cereales integrales ricos en fibras y compuestos antioxidantes, ayudan a reducir el riesgo de varios tumores. Mientras que, una dieta con una elevada proporción de carnes conservadas, carnes rojas y alcohol, lo aumentan.
Se debe tomar en cuenta que mantener un estilo de vida saludable, es decir, seguir una dieta de tipo mediterránea, consumir alcohol de forma moderada, realizar actividad física contínua y evitar el tabaco, reducen en un 25% el cáncer de mama.