Agencia Andina.- Las primeras manifestaciones de amor de un bebé hacia sus padres como la sonrisa, los balbuceos, las miradas fijas e incluso cuando llega el momento en que levanta la cabeza están muy ligadas al correcto desarrollo y crecimiento del niño, lo cual es clave en la primera infancia comprendida desde el nacimiento hasta los 5 años de edad, refirió el Ministerio de Salud (Minsa).
Carla Elena Meca, pediatra del Hospital San Bartolomé del Minsa, dijo que el Control de Crecimiento y Desarrollo (CRED) es esencial en la vida de un infante ya que permite al personal médico identificar, de forma oportuna, situaciones de riesgo, como por ejemplo si el niño no se encuentra en su talla y peso de acuerdo a su edad o si tiene riesgo de padecer anemia o desnutrición.
La especialista agregó que en dicho control periódico se realiza la evaluación neurológica del bebé y es importante porque en ella se identifican los reflejos de búsqueda como la succión, prehensión y enderezamiento del tronco.
“Pero también se exploran otras habilidades que el pequeño comienza a expresar con el paso de los meses y entre ellas está el seguimiento con la mirada a sus familiares, respuestas al escuchar sonidos, levantar y mover la cabeza cuando empieza a gatear y a dar sus primeros pasos”, anotó.
En los controles CRED se realizan los exámenes físicos en los niños, además de evaluaciones del crecimiento y estado nutricional, para detectar enfermedades, problemas neurológicos, visuales, auditivos, de salud oral, etc.
Meca Gil señaló que desde que el niño nace hasta su primer mes de vida debe tener un control semanal.
“Luego de ello, la mamá debe llevarlo a la posta de salud, una vez al mes hasta que cumpla 11 meses y a partir del año de edad debe contar con 6 controles y cuatro controles cuando cumple 3 años y así trimestralmente hasta que cumpla 5 años de edad”, recalcó.
Recomendó a los padres no descuidar los controles de crecimiento y desarrollo porque ayudan a identificar alteraciones en el crecimiento y detectan a tiempo la presencia de enfermedades lo que facilita el diagnóstico y la rápida intervención, como es el traslado a hospitales e Institutos de alta especialización de ser el caso.
Para que el niño crezca sano y fuerte esta acción deberá ir acompañada de otras que son también importantes como la lactancia exclusiva durante los seis primeros meses de vida.
Asimismo, nutrirlo con alimentos de origen animal ricos en hierro (por ejemplo, sangrecita) y completar su calendario de vacunación para protegerlos contra enfermedades prevalentes en la infancia como sarampión, varicela, entre otras.