Salud en Casa.- Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el glaucoma es la primera causa de ceguera irreversible en el mundo. Asimismo, de acuerdo a la Evaluación Rápida de Ceguera Evitable (ERCE), en el Perú, esta patología es la segunda causa de ceguera, teniendo un 13,7% frente a los demás males oculares.
Uno de los principales orígenes del glaucoma es el incremento de la presión intraocular del ojo, aumento que en su mayoría se da por un desequilibrio entre la producción y salida del humor acuoso (líquido que nutre y oxigena las estructuras del globo ocular). Cuando se produce esta sustancia, pero no se drena, aumenta la presión del ojo, dañando el nervio óptico y produciendo esta enfermedad.
“Esta afección es conocida por ser el ladrón silencioso de la visión ya que es asintomático (no presenta síntomas). En fases finales o muy avanzadas se compromete el campo visual central y es recién en ese momento donde la mayoría de pacientes acuden a un especialista, diagnosticando una enfermedad ya avanzada. Por ello, es de suma importancia detectar el glaucoma en las fases iniciales pues la visión que se pierde por glaucoma no se recupera”, indicó la Dra. Verónica Uribe, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión.
Pero, ¿cómo detectamos este mal ocular en las primeras etapas? La especialista remarcó que todos los pacientes mayores a 40 años, miopes, diabéticos, de raza afro y que tengan antecedentes de familiares con glaucoma, se deben realizar un chequeo oftalmológico como mínimo una vez al año. De esta forma, el médico oftalmólogo podrá evaluar la agudeza visual, la presión ocular y examinar el nervio óptico, realizando a tiempo un diagnóstico precoz de glaucoma.
Por otro lado, la Dra. Uribe precisó que el glaucoma del adulto tiene tres tipos. El primero es el glaucoma primario de ángulo abierto, que se identifica por tener el ángulo camerular (lugar por donde el humor acuoso drena) amplio. El segundo se denomina glaucoma de ángulo estrecho, que es cuando el espacio de salida del líquido es angosto. El tercer tipo de glaucoma es el secundario, este se origina por diversas causas como un trauma ocular, inflamación, consumo de corticoides, entre otros. Todas estas causas alteran el sistema excretor del ojo y aumentan la presión ocular.
Finalmente la especialista de Oftálmica Clínica de la Visión, remarcó que los pacientes con glaucoma deben cumplir con el tratamiento anti glaucomatoso (médico y/o quirúrgico) indicado por su especialista para lograr un adecuado control de la presión intraocular.
Asimismo, el paciente debe considerar una dieta rica en vegetales verdes y rojos como la espinaca y las fresas, el consumo de pescado oscuro y semillas que contengan omega 3 y 6, así como mantener un nivel bajo de grasa abdominal, permitirán que el nervio óptico tenga asegurado un aporte rico en nutrientes. Logrando así su sostenibilidad y conservando la calidad de vida de los pacientes.