Agencia Andina.- Una de las grandes responsabilidades de los padres de familia es brindar a sus hijos alimentos nutritivos y necesarios para que puedan rendir óptimamente en la escuela. Al ser la primera comida del día, el desayuno cumple un papel primordial en la alimentación de los más pequeños de casa, al otorgarles energía y soporte durante el día.
La nutricionista Rosa Salvatierra, del Instituto Nacional de Salud (INS) del Ministerio de Salud (Minsa), informó que los niños no deben salir de casa sin haber tomado un buen desayuno, ya que este aporta entre el 20 y el 25% de la energía diaria.
“Se ha demostrado que cuando los niños no desayunan tienen menor rendimiento escolar debido a la falta de glucosa, que aporta la energía necesaria para el buen funcionamiento del cerebro”, señaló.
Agregó que la importancia del desayuno radica en que después de 10 o 12 horas de ayuno necesitamos energía y nutrientes para realizar nuestras actividades diarias. “Tomar un desayuno saludable todos los días ayuda a que los niños mantengan un peso apropiado y mejoren su rendimiento físico y mental”, acotó.
Una buena alternativa es formar el hábito de desayunar en familia a manera de educar el paladar de los niños con alimentos sanos, así podrán concentrarse mejor y no aburrirse ni sentir fatiga durante el día.
¿Qué debe incluir?
Un desayuno saludable en familia, dijo la experta, debe incluir cereales como el pan, lácteos como la leche, queso o yogur bajo en azúcares y grasas, así como frutas en forma de jugos o al natural que proporcionan fibra, vitaminas y minerales.
También se puede acompañar el desayuno con huevo, aceitunas, palta, entre otros, que contribuyen al mantenimiento de un buen estado nutricional, así como al crecimiento y desarrollo en los niños y adolescentes.
Salvatierra precisó que los niños que no toman desayuno tienen mayor riesgo de tener exceso de peso porque tendrán la tentación de consumir a cada rato alimentos con alto contenido de azúcares, grasas y sales. Esto también podría generar enfermedades crónicas como la hipertensión, diabetes, entre otros.
“Para un niño de 10 años, con un peso de 34 kilos, con actividad moderada, su requerimiento de energía por día es de 2,169 K/cal. Para él, un desayuno podría ser una taza de avena con leche, un vaso de jugo de papaya y un pan con queso, aportando un total de 531 Kcal, que equivale al 24% de su requerimiento energético diario”, recomendó la nutricionista del Minsa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir diariamente un mínimo de 400 gramos de frutas y verduras; entre estas pueden elegirse 3 frutas y 2 porciones de verduras diarias.
Finalmente, la nutricionista precisó que un desayuno con componentes sanos permite mantener un buen crecimiento y desarrollo en los niños, ayuda a mantener un peso saludable, mejora la concentración y el comportamiento, aumenta el rendimiento y la productividad en el colegio, y sobre todo, contribuye a mantener el bienestar de los más pequeños de la casa.