Salud en Casa.- Una investigación realizada en el Hospital Nacional Sergio Bernales de Comas determinó que el 64% de mujeres gestantes con obesidad llegan a cuadros de preeclampsia, poniendo en riesgo la salud de las madres y sus hijos, reveló Katherine Ortiz, docente e investigadora de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS).
La preeclampsia es una complicación del embarazo que se caracteriza por la aparición de presión alta pasadas las 20 semanas de gestación. Solo en el 2017 se reportaron 295 mil muertes de mujeres durante y después del embarazo cuya causa directa fue la hipertensión; mientras que, en el 2022, los trastornos hipertensivos fueron considerados como primera causa directa de la mortalidad materna con el 30% del total.
“El estudio realizado muestra una clara relación entre la obesidad y el sobrepeso con la preeclampsia. Si bien la incidencia de este mal en nuestro país es del 10%, la investigación revela que se concentra en mujeres que tienen peso más alto de lo debido”, dijo la investigadora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UCSS.
La preeclampsia es un cuadro complejo porque puede progresar a eclampsia, donde se presentan convulsiones e incluso puede generar la muerte de la gestante. Además, las mujeres que han presentado esta condición tienen menos esperanza de vida, porque están expuestas a un mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardiovasculares y mentales.
En el caso de los niños, las consecuencias pueden llegar a la muerte del feto, la prematurez, el retraso en el desarrollo neurológico y la aparición de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
“La investigación también evidenció que otro factor de riesgo es el antecedente de preeclampsia. Es decir, las gestantes que han presentado anteriormente estos cuadros tienen mayor riesgo de desarrollarla en los próximos embarazos. Con este estudio, queda claro que se deben promover estilos de vida saludables antes y durante la gestación”, advirtió.
Ortiz también recomendó que las madres gestantes asistan de forma temprana a sus controles prenatales para que el personal de salud evalúe su estado nutricional e identifique los riesgos de preeclampsia, además de realizar un seguimiento personalizado para evitar la recurrencia y otras complicaciones graves.
La investigación desarrollada fue destacada en un artículo científico publicado en la Revista Nutrición Clínica y Dietética Hospitalaria de España, indexada en la base de datos Scopus.