Salud en Casa.- La diabetes y la hipertensión son dos condiciones crónicas que representan importantes desafíos para la salud pública en todo el mundo y, cuando no se manejan adecuadamente, pueden tener graves consecuencias para diferentes órganos del cuerpo, incluida la visión.
La diabetes es una creciente preocupación de salud en Perú, afectando a aproximadamente 1.3 millones de personas de 20 a 79 años, según datos de la Federación Internacional de Diabetes (IDF). “El alto índice de prevalencia de esta enfermedad crónica, resalta la importancia de implementar medidas eficaces para la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado, ya que sin control puede llevar a complicaciones como la retinopatía diabética”, comenta el Dr. Félix Antonio Torres Cotrina, Director General del Instituto Nacional de Oftalmología (INO).
La retinopatía diabética es una complicación ocular asociada con la diabetes, afecta los vasos sanguíneos de la retina. En sus primeras fases no presenta síntomas y en fases tardías provoca visión borrosa, manchas flotantes, pérdida progresiva de la visión e incluso ceguera permanente.
Por otro lado, la hipertensión arterial es un problema significativo en Perú, afectando a más de 5 millones de personas mayores de 15 años, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES). Esta afección crónica requiere un control riguroso para prevenir complicaciones graves, incluyendo problemas en la salud ocular como el riesgo de desarrollar retinopatía hipertensiva, una enfermedad ocular que daña los vasos sanguíneos de la retina, condición que con el tiempo provocar síntomas como visión borrosa y dificultades para ver en condiciones de baja luz si no se trata adecuadamente.
“La promoción de estilos de vida saludables, exámenes médicos regulares y cultura de prevención son esenciales para mejorar la salud pública. Es clave que todas las personas con diabetes e hipertensión se realicen exámenes oftalmológicos una vez al año, aún cuando no presenten síntomas. Diversas enfermedades visuales progresan sin advertencias, la vigilancia constante es fundamental. Además, debemos tener en cuenta que el edema macular diabético (EMD) es una de las principales causas de pérdida de visión, afectando a aproximadamente a 21 millones de personas en el mundo. Se presenta en el 12% de los pacientes con diabetes tipo 1 y en el 28% de los de tipo 2. Con el aumento global de la diabetes, se estima que para 2030 la prevalencia de esta patología podría alcanzar a 100 millones de personas a nivel mundial”, añadió el Dr. Félix Antonio Torres Cotrina, Director General del Instituto Nacional de Oftalmología (INO).
Estas enfermedades son serias amenazas para la salud ocular, pero mediante una combinación de vigilancia médica, control de enfermedades crónicas y hábitos de vida saludables, es posible reducir significativamente el riesgo de pérdida de visión. La colaboración entre pacientes y profesionales de la salud es esencial para preservar la visión y mejorar la calidad de vida.