Salud en Casa.- Este 21 de setiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer , un trastorno neurodegenerativo, el cual conduce a la pérdida progresiva de la función cognitiva e incluida la pérdida de la memoria. Esta enfermedad se posiciona como la forma más frecuente de demencia y representa entre el 60 % y el 80 % de los casos en la población de edad avanzada.
“Dentro de los factores que se asocian con el desarrollo de esta enfermedad, el factor genético es uno de los mas fuertes, luego el estrés oxidativo, la inflamación, resistencia a la insulina y disfunción vascular”, sostiene la nutricionista geriátrica del Portal Salud en Casa, Ximena Chávez Alonso.
De acuerdo a la especialista, el equilibrio de la dieta juega un rol muy importante. Se encontró en estudios que una dieta desequilibrada, con una ingesta elevada de grasa y de proteínas y baja en carbohidratos conlleva a una mayor probabilidad de desarrollar deterioro cognitivo en personas menores de 65 años. Además, el exceso de azucares añadidos en la alimentación incrementan la inflamación, exacerbando la disfunción cognitiva.
“Se ha evaluado que el consumo de legumbres, pescados y carnes magras tiene un efecto positivo en la función cognitiva. Y en el caso de las legumbres no solo por su contenido proteico, sino también por su alto contenido de fibra, la cual tiene un impacto positivo en la diversidad de la microbiota intestinal. Se ha visto que la microbiota intestinal en adultos mayores presenta cambios en la composición, la función, la abundancia de especies microbianas. Y se encontró en estudios que al tener la microbiota alterada, los adultos mayores son altamente predisponentes a tener deterioro cognitivo. Por ello, se recomienda incrementar el consumo de probióticos y así mejorar la microbiota intestinal. Encontramos probióticos en el yogurt, chucrut, tempeh, kimchi, kéfir, kombucha y encurtidos. También incrementar el consumo de prebióticos como las verduras, frutas, semillas principalmente”, precisó .
De acuerdo con Ximena Chávez en cuanto a las grasas los ácidos grasos poliinsaturados omega 3 tienen un rol super importante en la función cognitiva. Contribuyen a la formación de la materia gris, al funcionamiento de los neurotransmisores y disminuye la inflamación. “En estudios mencionan que la deficiencia de omega 3 se relaciona con la disminución de la memoria y del funcionamiento cognitivo. Los encontramos en el pescado, frutos secos, linaza por ejemplo”.
“Es importante conocer la nutrición que deben llevar para esta enfermedad. Los pacientes con Alzheimer presentan pérdida de peso progresiva, y se debe a la lesión en los lóbulos temporales del cerebro. En personas que recién inician con la enfermedad suelen presentar desinterés con la comida y falta de apetito. Su pérdida de peso es lenta y progresiva. En algunos casos, suele ocurrir un incremento de peso, esto puede deberse a la presencia de ansiedad o por olvidarse de haber ingerido alimentos”, aclaró.
Para la licenciada algunos pacientes de Alzheimer suelen presentar Disfagia (trastorno de la deglución – en el paso de los alimentos.) La disfagia en los pacientes con Alzheimer o con alguna demencia es uno de los trastornos del comportamiento alimentario que pueden ocurrir a lo largo de la enfermedad. La disfagia en cualquier demencia aparece en un 50% de los pacientes. Puede predominar la afectación de la deglución por la falta de coordinación neuromuscular que en la enfermedad.
“La enfermedad de Alzheimer es progresiva, con el paso de los años puede complicarse y al mismo tiempo, la alimentación también varía. Es por ello, que se debe recurrir a un nutricionista para su atención”, agregó.