Autora: Vanesa Laínez
Salud en Casa.- Los niños desarrollan habilidades esenciales para convertirse en ciudadanos responsables y productivos para ellos mismos, sus familias y la sociedad durante el período crucial entre la gestación y los cinco años. En Perú, la situación de las niñas y los niños ha mejorado en las últimas décadas, pero aún existen desafíos que afectan negativamente la sostenibilidad del desarrollo infantil temprano. La anemia y la desnutrición perjudican el desarrollo cognitivo, psicomotor y emocional, limitando futuras oportunidades educativas y laborales. Estos temas están directamente relacionados con el aumento de la pobreza en el Perú y las condiciones económicas que enfrentan los hogares del país. La pobreza, que limita la capacidad de las familias para vivir una vida digna, impacta directamente con los niveles de desarrollo humano y social.
La recesión económica y el aumento de los precios de los alimentos en Perú han impactado significativamente las necesidades alimentarias diarias de las familias, lo que ha provocado mayores tasas de anemia infantil y necesidades nutricionales limitadas. La pandemia y el aumento de la desigualdad han limitado el acceso a la atención médica, los servicios sociales, los ingresos y las oportunidades económicas de las familias peruanas. Como consecuencia, es urgente introducir medidas restaurativas y complementarias desde el aparato estatal que no sólo mitiguen los efectos de la pobreza sino que también contribuyan a una mayor generación de riqueza en los hogares.
La introducción de programas sociales focalizados es una medida correctiva para reducir la pobreza, con el objetivo de crear condiciones de crecimiento inclusivo y sostenible. A pesar de las mejoras en las áreas urbanas en las últimas décadas, los habitantes urbanos siguen siendo más susceptibles y tienen menos recursos para enfrentar las adversidades. El Banco Mundial (2023) enfatiza la necesidad de garantizar que los sistemas de protección social se actualicen para responder a la realidad actual y hacerlos más flexibles para abordar riesgos e impactos futuros.
Sin embargo, los sistemas de protección social no están adecuadamente preparados para abordar la pobreza y la urbanización, lo que genera una alta vulnerabilidad. Para poder enfrentarlo es crucial identificar todas las dimensiones de la pobreza, prepararnos para reducir las brechas sociales y proteger eficazmente a la población de futuras adversidades. Implementar políticas enfocadas en corregir directamente la desigualdad, que promuevan la prevención es un desafío importante. El desarrollo de la salud es una parte fundamental de una cadena causal, con políticas y programas que afectan la capacidad de los cuidadores y las comunidades para fortalecer el desarrollo humano saludable. Los programas de inclusión económica y social pueden ayudar a las personas a disfrutar de su futuro y mejorar su bienestar y productividad.
Los primeros años de vida constituyen una ventana de oportunidad para el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños y sus familias. Las relaciones estables y enriquecedoras durante los primeros años de vida producen beneficios duraderos en el comportamiento, el aprendizaje y la salud. El Centro para el Desarrollo Infantil de la Universidad de Harvard, reconocido por sus investigaciones en la neurociencia y los efectos de la adversidad en los primeros años de vida, indica que proporcionar condiciones positivas de apoyo para el desarrollo en las primeras etapas de la vida resulta más efectivo y menos costoso que atender las consecuencias.
Como país aún tenemos pendiente la realización de una propuesta que permita una transición hacia programas de gestión descentralizada capaz de adaptarse a diferentes escenarios locales y regionales. Esto puede requiere un esfuerzo adicional que no sólo se resuelve con la asignación de más recursos, sino de un proceso de fortalecimiento de capacidades institucionales que asegure el buen uso de los recursos asignados y diseñar programas de incentivos al cumplimiento de la gestión presupuestaria.
El aspecto más importante del desarrollo infantil es asegurarse que se cumplan todos los hitos de desarrollo en nuestros niños durante los primeros años para que puedan alcanzar todo su potencial, ya que es esencial para el crecimiento, desarrollo y aprendizaje. Los programas sociales ayudan a las familias a obtener el apoyo necesario para ello. Hoy en día, las familias y el Estado comparten la responsabilidad de garantizar un futuro mejor para toda la sociedad.