Salud en Casa.- El trastorno por déficit de atención e hiperactividad, conocido como TDAH es un trastorno del neurodesarrollo según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), que se caracteriza por la dificultad para mantener la atención, la hiperactividad y el comportamiento impulsivo. En el Perú, el TDAH afecta entre el 5% y el 10% de la población infantil y adolescente peruana según datos del Ministerio de Salud (MINSA). Asimismo, entre enero y junio del 2023 se atendieron 18 mil 531 casos de este trastorno, presentando mayor incidencia en niños y niñas de seis y ocho años.
Hernán Ocampo, director fundador de la Escuela Pedagógica de Lima y especialista en Neuroeducación, explica que, a nivel escolar, esta condición impacta de manera significativa en la experiencia escolar, ya que pueden olvidar o no completar las tareas, presentar dificultades de concentración y tener dificultad para entablar amistades. “Frente a este escenario, el papel de los docentes es vital para brindarles el soporte. Precisamente, apoyándose en las bases de la neuroeducación, pueden entender cómo aprende el cerebro de cada estudiante y adaptar estrategias pedagógicas para estudiantes con TDAH”, destaca Ocampo.
En el marco del Día Nacional de Sensibilización del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), que se conmemora cada 13 de julio, el especialista señala la importancia de garantizar que los estudiantes con trastornos del neurodesarrollo con TDAH o autismo, reciban las mismas oportunidades de aprendizaje, desde uno de los principios importantes que promueve la neuroeducación: la personalización e individualización del aprendizaje. En esa línea, explica algunas acciones que se pueden considerar para brindarles el apoyo dentro del aula.
● Crear un entorno estructurado. Los docentes pueden proporcionar un entorno estructurado y predecible, esencial para los estudiantes con TDAH. Establecer rutinas claras, expectativas definidas y utilizar horarios visuales ayuda a estos estudiantes a anticipar y prepararse para las actividades del día, reduciendo así la ansiedad y mejorando la concentración.
● Modificar las tareas y actividades. Adaptar las tareas y actividades puede hacer que sean más accesibles para los estudiantes con TDAH. dividir las tareas largas en segmentos más cortos, dar instrucciones claras y simples, y utilizar métodos de evaluación diversos son algunas de las estrategias efectivas que los maestros pueden implementar.
● Proveer apoyos individualizados para todos los estudiantes, especialmente para los niños con TDAH. Cada niño con TDAH es único. Proveer tiempo adicional para completar tareas, permitir pausas frecuentes y asignar asientos preferenciales son ejemplos de apoyos individualizados que pueden beneficiar significativamente a estos estudiantes.
● Fomentar la autorregulación y la organización. Desarrollar habilidades de autorregulación y organización es fundamental para el éxito académico de los estudiantes con TDAH. Los maestros pueden enseñar el uso de agendas, técnicas de manejo del tiempo y proporcionar apoyo en la planificación y priorización de tareas.
● Promover un ambiente positivo y de apoyo. Crear un ambiente de aula positivo y de apoyo es esencial. utilizar refuerzo positivo, fomentar una comunicación abierta y proporcionar apoyo emocional son prácticas que pueden mejorar el bienestar general de los estudiantes con TDAH.
“Recurrir a la neurociencia, no sólo mejora la atención y el manejo de estos estudiantes neurodiversos, sino que también promueve un ambiente de aprendizaje inclusivo y eficaz para ellos. Se debe tener muy claro que el TDAH no es una enfermedad, pero sí requiere de un trabajo interdisciplinar con diferentes profesionales para lograr que los estudiantes alcancen su máximo potencial”, finaliza Ocampo.