Salud en Casa.- Celebramos en junio el Mes de Orgullo LGBTQIA+, para rendir homenaje a las manifestaciones contra una redada policial, que buscaba arrestar a 200 personas de la comunidad el 28 de junio de 1969 en un bar de Stonewall, Nueva York, por no usar vestimenta adecuada a su género o por bailar dos hombres o mujeres juntos. Cansados del constante acoso, esa noche los asistentes se resistieron y pelearon en una batalla que marcó el inicio del movimiento de la lucha por sus derechos.
A 55 años de ese evento icónico, en prácticamente todas las partes del mundo hay avances significativos al respecto. En Perú, la comunidad LGBTQIA+ está conformada por más de 1 millón 700 mil peruanos (8% de los adultos del país) los cuales se identifican con una orientación sexual no heterosexual, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Derechos Humanos (IPSOS) 2019.
Por ejemplo, gracias a la lucha emprendida hace más de medio siglo y que en América Latina ha buscado lograr reconocimiento político y condiciones de igualdad con el resto de la sociedad, actualmente Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Perú y Uruguay cuentan con una amplia protección jurídica contra la discriminación basada en la orientación sexual, mientras que el matrimonio igualitario está permitido en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, México y Uruguay, además del estado libre asociado de Puerto Rico.
Si bien estos avances son considerables y -sin duda- relevantes, también vale la pena reconocer que aún existe un largo trayecto para realmente construir una sociedad inclusiva, que abrace y se fortalezca de la diversidad. Ante este panorama, las empresas debemos fortalecer nuestras políticas para crear una cultura guiada por la equidad, la diversidad e inclusión, a fin de reconocer el talento y trabajo, porque si realmente queremos generar un cambio, los líderes de las áreas de Recursos Humanos debemos motivar las contrataciones con base en capacidad, sin importar la orientación sexual de las personas.
En ese sentido, en GE HealthCare estamos comprometidos con fomentar una cultura inclusiva, en la que todos se sientan capaces de hacer su trabajo lo mejor posible porque se sienten aceptados, respetados y que pertenecen, porque fielmente creemos que fomentar una cultura de colaboración e imaginación genera innovación colectiva, por ello hemos conformado nuestros Next Generation Resource Groups (NGRG), que son los nuevos grupos de afinidad de nuestra empresa independiente, los cuales son esenciales para promover la Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI), pilares fundamentales de nuestra cultura.
Entre los grupos de colegas con los que contamos sobresale “Pride Alliance”, desde donde desarrollamos talento LGBTQIA+, a través de eventos regionales y globales, al mismo tiempo que promovemos foros de concientización y discusión para construir una unidad más fuerte. Además, nombramos un director de diversidad, equidad e inclusión para establecer e impulsar nuestra estrategia en esas áreas y en 2023, creamos un Consejo de Diversidad de Proveedores, a fin de avanzar en nuestros esfuerzos de integrar la diversidad en nuestros procesos de selección de proveedores.
Estas acciones demuestran la relevancia que tiene para GE HealthCare la construcción de espacios diversos e inclusivos, la cual es palpable a través de la historia de nuestros colaboradores que pertenecen a la comunidad LGBTQIA+ y que han encontrado en la empresa un espacio para sentirse seguros de ser quien realmente son.
Hoy no podemos detener el paso en la lucha por los derechos de las personas LGBTQIA+, celebrando los logros sigamos avanzando en la construcción de una sociedad más diversa, equitativa e inclusiva, en la que todas las voces sean escuchadas y valoradas. Estoy segura, que empresas, gobiernos y ciudadanía lograremos sumar esfuerzos para crear un futuro, no muy lejano, pintado de la variedad de colores que solo nos puede ofrecer la diversidad.