Salud en Casa.- Las empresas buscan activamente ajustar sus estrategias, expandirse a nuevos mercados y diversificar cada vez más sus ofertas para seguir siendo competitivas y adaptarse al crecimiento futuro. Esta transformación abre nuevas oportunidades de liderazgo para los empleados más experimentados. Sin embargo, sorprendentemente, muchos de estos profesionales no quieren asumir el rol de “jefe”.
La pregunta es por qué los jóvenes, o incluso los más experimentados, no quieren alcanzar una posición de liderazgo, en especial cuando los beneficios se centran en salarios más altos. El estudio “Líder autodisruptivo: qué, por qué, cómo”, preparado por la consultora global de gestión organizacional Korn Ferry, entrevistó a 800 analistas de mercado sobre lo que buscaban en el liderazgo y en las organizaciones. Los resultados indicaron que existe una alta expectativa de valor en la capacidad transformacional de los líderes y de la propia organización. En respuesta, el 67% de los inversores piensa que los líderes de hoy no están preparados para el futuro.
Para Beatriz Fragoso, presidenta de Korn Ferry Perú, esta falta de preparación se origina en la ausencia de entrenamiento y desarrollo por parte de las empresas, dando lugar a la inseguridad de los trabajadores cuando surgen oportunidades. “Hoy vemos que las empresas no proporcionan suficientes plataformas de desarrollo de habilidades ni formación básica para preparar a los talentos, independientemente de su edad, para futuras oportunidades de crecimiento. Entonces, ¿cómo pueden los empleados aprender sobre gestión laboral?”, cuestiona.
Fragoso también señala que la falta de preparación, proveniente tanto de los empleados como de las empresas, no es el único obstáculo para asumir roles de liderazgo. La especialista menciona que la responsabilidad, la carga laboral intensa, la toma de decisiones propensas a errores, la rigidez, la falta de iniciativa empresarial y la dificultad para delegar tareas son solo algunos de los múltiples desafíos asociados con el liderazgo.
De igual forma, un estudio de CoderPad, la plataforma de entrevistas para líderes de equipos, identificó la falta de deseo de los profesionales de tecnología por acceder a puestos de liderazgo. El resultado mostró que el 36% de los desarrolladores dicen no estar interesados en asumir responsabilidades gerenciales, contradiciendo la frase tradicional en las conversaciones informales entre compañeros de trabajo, sobre: “Ojalá fuera el jefe”.
El futuro del liderazgo
La falta de un liderazgo más disruptivo, inclusivo e inspirador hace que las generaciones más jóvenes, conocidas como Millennials y Z, muestren menos interés a la hora de ocupar puestos directivos. “La experiencia con líderes autoritarios y jerárquicos puede desmotivar este perfil, ya que a veces faltan referentes a seguir. Además, estos grupos están más atentos a las prácticas de inclusión, diversidad y sostenibilidad. Por lo tanto, la cultura organizacional debe estar vinculada a estos pilares”, advierte Fragoso.
Este deseo de nuevos líderes, y la falta de interés o formación de las generaciones a la hora de afrontar este rol, hace que a las empresas les resulte cada vez más difícil retener y adquirir talento, provocando perjuicios económicos a sus negocios.
Finalmente, Fragoso, destaca la importancia de encontrar soluciones para abordar la falta de interés en asumir roles directivos y garantizar la continuidad en las sucesiones. Para lograr esto, enfatiza la necesidad de comprometer a la Generación Z de manera integral, fortaleciendo su identidad dentro de la cultura corporativa y brindándoles orientación en su desarrollo profesional. Además, subraya la importancia de enfocarse en el desarrollo tanto de habilidades blandas como técnicas, así como de comprender de manera personalizada las aspiraciones y desafíos de este grupo de profesionales. “Asimismo, es clave trabajar en colaboración con el departamento de Recursos Humanos para encontrar formas efectivas de superar este obstáculo”, concluye.