Salud en Casa.- Un beso es el lenguaje universal del afecto. Los más pequeños de casa, aprenden a demostrar afecto y amor a través de los besos o abrazos hacia sus familiares más cercanos como sus padres, hermanos o abuelos. Sin embargo, en algún determinado momento, al decirles que saluden de la misma manera a personas que no pertenecen a su entorno, puede generarles gran incomodidad, al sentirse obligados.
Es común escuchar frases como “¡Dale un beso a tu tío!” o “No seas grosero, saluda con beso”; que derivan a acciones que se perciben simples, como dar un beso en la mejilla o recibir a alguien con un abrazo, estos son comportamientos asociados a la educación en un contexto social. No obstante, este gesto genuino de forzar el contacto físico cuando el niño no lo desea, puede tener consecuencias negativas.
La psicoterapeuta clínica Kristell Pacheco, señala la importancia de respetar el espacio personal de los más pequeños y permitirles decidir cuándo y cómo interactuar físicamente con los demás. "Presionar a dar abrazos, besos u otras muestras de afecto, envía el mensaje equivocado de que el niño no tiene control sobre su propio cuerpo y bienestar. Esto puede socavar su confianza y hacerlos más vulnerables a desarrollar una falta de autonomía en el futuro", acotó la especialista.
Razones para no obligar a los bebés a dar besos
Es importante que los padres mantengan una charla abierta con sus pequeños sobre el cariño y la educación. Pacheco diferencia que las expresiones de cariño deben ser entendidas como una forma natural y autónoma de expresión, mientras que los buenos modales demuestran respeto a otras personas.
En esta línea, Babysec brinda las siguientes cinco razones por las que no se debe obligar a los pequeños al afecto forzado:
1.- Respeto a su voluntad: Obligar a un niño a dar besos va en contra de su voluntad y autonomía, lo que puede generar confusión sobre sus límites personales y su capacidad para tomar decisiones sobre su propio cuerpo.
2.- Significado de los besos: Para los pequeños, los besos son una expresión de cariño y amor, y no deben ser vistos como una norma social o una muestra de buenos modales. Forzarlos puede distorsionar el significado genuino de esta muestra de afecto.
3.- Educación sobre el consentimiento: Obligar a los niños a dar besos contradice la educación sobre el consentimiento y el respeto a los límites personales. Es importante que los niños aprendan a expresar y respetar su consentimiento frente a las muestras de afecto físico.
4.- Desarrollo de la autoestima: Forzar a un niño a dar besos puede afectar su autoestima y generar sentimientos de incomodidad. Respetar su decisión contribuye a fortalecer su confianza en sí mismo y en la expresión auténtica de sus emociones.
5.- Límites y educación social: Permitir que los niños elijan cuándo y a quién quieren dar muestras de afecto físico les ayuda a comprender la importancia de establecer límites y a desarrollar una comprensión saludable de las interacciones sociales.