Salud en Casa.- La creciente desigualdad en la atención sanitaria de las mujeres en Latinoamérica, agravada por el aumento alarmante de casos de cáncer en Perú en los últimos años, plantea un urgente llamado a la acción. La neoplasia, intensificada por la falta de atención durante la pandemia, se proyecta como un serio problema de salud pública: se estiman más 125 mil nuevos casos para el 2040.
En el centro de esta crisis se encuentra el cáncer de mama, superando al cáncer de cuello uterino y ocupando el tercer lugar el cáncer de estómago, seguido por el de piel. En 2022, el Seguro Social de Salud (EsSalud) reportó 10,203 casos de cáncer, destacando la urgencia de abordar esta creciente carga de enfermedad.
Al respecto, Martín Soto, director de Asuntos Públicos de Roche Farma Perú, comenta que más allá del presupuesto histórico, del año 2024, para combatir el cáncer en Perú, el desafío radica en la necesidad de una gestión articulada entre todos los sectores involucrados. “En otras palabras, necesitamos asegurarnos de que el dinero se traduzca en servicios oportunos y efectivos para los pacientes de cáncer”, enfatizó.
“Enfrentamos la urgencia de abordar la detección temprana y reducir los tiempos de atención. Coordinar políticas públicas, programas y estrategias para identificar el cáncer en sus primeras etapas es esencial para disminuir su mortalidad. La atención integral a nivel nacional, en alianza con el sector público, la academia, la sociedad civil y el sector privado, es una necesidad apremiante”, mencionó Soto.
En este sentido, el cumplimiento del reglamento de la Ley Nacional de Cáncer es un paso crucial. En un día tan importante como el Día Mundial de la Salud, es fundamental resaltar el esfuerzo que realiza todo el personal de salud luchando diariamente por las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama. Martín Soto menciona que “esta lucha puede verse fortalecida institucionalmente si el gobierno concreta, finalmente, la aprobación e implementación de la Red Oncológica Nacional, pendiente de reglamentación efectiva. Las regiones siempre deben merecer nuestra atención y esfuerzo de política pública”.
La descentralización de la atención oncológica, con un enfoque en la implementación de preventorios para poblaciones vulnerables, es una estrategia clave. “No hay lucha exitosa contra el cáncer, si no es una lucha equitativa, y no habrá equidad en el acceso a la salud, si seguimos esperando a que los pacientes con cáncer deban viajar a Lima, dejando de lado sus planes de vida, sus empleos, sus familias” exclamó.
Asimismo, “en un contexto donde muchas mujeres son tratadas en etapas tardías, implementar y mantener programas de educación y detección precoz es fundamental. Latinoamérica y especialmente en Perú tenemos la oportunidad y la responsabilidad de liderar un cambio significativo en la lucha contra el cáncer” finalizó.