Salud en Casa.- Las temperaturas de este verano en Lima Metropolitana y Callao hacen cada vez más común el uso de sistemas de aire acondicionado. El problema es que, en espacios amplios que albergan a varias personas, el aire que recircula puede ser un conductor de virus o enfermedades. Y si se capta aire limpio de afuera, el uso de energía eléctrica se incrementa considerablemente.
Pensando en la salud y el ahorro, ingenieros de la PUCP han creado un purificador de aire ideal para ambientes grandes y cerrados, que ventila, refresca y reduce drásticamente el riesgo de contagios entre personas a través del aire. Al trabajar junto con un equipo de aire acondicionado, climatiza todo el espacio con aire limpio -de óptima calidad- de manera más sostenible y con menores costos, debido a que elimina la necesidad de que ingrese una gran cantidad de aire exterior.
«Las dos principales ventajas que tiene este purificador de aire es que calculamos que permite ahorrar aproximadamente 30% de energía eléctrica -comparado con un sistema de aire acondicionado tradicional que necesita recibir aire limpio de afuera- y que su costo comercial sería más o menos del 50% con respecto a un equipo importado de características similares», indica el Mag. Fernando Jiménez, profesor del Departamento de Ingeniería, jefe del Servicio de Análisis Energético y Ambiental de la PUCP, y líder de este proyecto.
Él ha trabajado junto con el ingeniero biomédico Rodrigo Encabo, así como los ingenieros mecánicos Mag. Carlos Busquets, Gustavo del Castillo, Andrea Rondón y Diego Saldaña. Este innovador dispositivo está diseñado para su implementación en aulas, oficinas y auditorios con una capacidad de hasta cincuenta personas.
Creación, ventajas y funcionamiento del purificador de aire
La idea de crear un purificador de aire surgió durante la pandemia cuando los estándares de calidad de aire fueron mucho más estrictos y la preocupación por el alto consumo de energía se hizo patente: para ventilar adecuadamente espacios cerrados y reducir el riesgo de contagio, se requería la entrada de aire nuevo -usualmente caliente- de manera constante. “En la época de la COVID-19, identificamos que los espacios, normalmente, no están bien ventilados. La pandemia nos hizo ver que podíamos tener ambientes que controlaban la temperatura pero no el nivel de contaminantes en el aire o recintos”, dijo Jiménez.
El purificador permite reutilizar con seguridad el aire existente en un ambiente, en lugar de requerir una constante renovación. Su desarrollo fue posible gracias al respaldo del Vicerrectorado Administrativo de nuestra Universidad, y actualmente se está buscando establecer alianzas con empresas privadas -a través del Vicerrectorado de Investigación– para su futura producción en serie y comercialización.
El dispositivo cuenta en su interior con una lámpara de rayos ultravioleta y un sistema que incorpora filtros de calidad EPA diseñados para capturar moho, polvo, virus y alérgenos. También incluye un succionador que se encuentra aislado para minimizar el ruido que en un prototipo anterior era de 60 decibeles y se redujo hasta ser menor a 45 decibeles, es decir, equivalente a un dormitorio sin ruido. El aire tratado es expulsado por la parte superior mediante un sistema de dispersión que facilita una distribución adecuada.
A diferencia de otros modelos disponibles en el mercado nacional, este equipo está especialmente diseñado para ambientes amplios, garantiza un funcionamiento silencioso y un consumo reducido de energía.
No es la primera vez que el Mag. Jiménez innova con equipos que aportan soluciones de fabricación nacional. En plena pandemia, encabezó un proyecto de plantas generadoras de oxígeno medicinal que en febrero del 2021 tenía instaladas 25 unidades en 15 regiones del país y ayudó en la lucha contra la COVID-19. Estas destacaron por su rápida implementación, bajo costo y su capacidad de adaptarse al espacio disponible para su instalación.
Asimismo, el año pasado, en respuesta al Fenómeno de El Niño, diseñó junto con los ingenieros mecánicos Diego Saldaña Valdivia, Gustavo del Castillo Velarde y Andrea Rondón Villanueva un sistema de purificación de agua capaz de convertir el agua contaminada en agua bebible.