Salud en Casa.- La epilepsia es uno de los trastornos neurológicos más comunes en el mundo que afecta a personas de todas las razas, etnias, sexos y edades. A diferencia de lo que mucha gente pueda pensar no siempre es un diagnóstico de por vida, ya que se puede considerar que una persona ya no sufre esta enfermedad cuando no tiene crisis epilépticas (CE) durante un largo periodo de tiempo.
El neurólogo Walter de la Cruz, coordinador de la Unidad de Epilepsia de la Clínica Ricardo Palma, brinda información valiosa sobre este trastorno del cerebro que se caracteriza por la tendencia sostenida a presentar crisis epilépticas en forma recurrente o repetitiva.
1. Las causas de la epilepsia son diversas y diferentes en cada persona. Muchas veces tiene origen desconocido, otras se debe a factores genéticos, daño cerebral por un parto difícil, traumatismos craneoencefálicos, infecciones cerebrales (meningitis), trastornos autoinmunes (encefalitis autoinmune), accidentes cerebrovasculares, malformaciones cerebrales, etc.
2. Se calcula que el 25% de los casos de epilepsia se puede prevenir con una atención perinatal adecuada a fin de reducir los casos de epilepsia causados por lesiones en el parto.
3. Las manifestaciones clínicas o los síntomas que una persona experimenta durante una CE dependen del área del cerebro donde comienza la actividad eléctrica anormal y de la rapidez y la amplitud de su propagación. Los signos más comunes son pérdida de conocimiento, confusión, sensaciones, sabores u olores extraños o caer al suelo y temblar en forma súbita, breve y transitoria.
4. No existe ninguna prueba que por sí sola pueda demostrar que una persona sufre epilepsia. El diagnóstico de la enfermedad debe ser realizado por un médico especializado. Éste evalúa el historial médico del paciente (es muy útil que vaya acompañado de una persona que haya presenciado la CE), además realiza un examen neurológico completo para saber cómo está funcionando el cerebro y el resto del sistema nervioso. De igual forma, solicita un electroencefalograma (EEG) para observar los patrones eléctricos del cerebro y otras pruebas de imágenes cerebrales (tomografía computarizada o resonancia magnética) para buscar cambios en la estructura del cerebro como un tumor o sangrado.
5. Aunque no se conoce ninguna cura para la epilepsia, los avances en el tratamiento permiten controlar las CE. El médico recomendará el tratamiento más adecuado para el paciente. En la actualidad, existen medicamentos que permiten controlar las CE hasta un 70%. Si las CE continúan, existen otros tratamientos no farmacológicos, como la cirugía de epilepsia, dispositivos de neuromodulación, o terapias dietéticas que pueden ayudar a controlar las crisis y mejorar la calidad de vida del paciente.
6. En caso de sufrir una CE se recomienda:
· Permanecer con la persona, tomar el tiempo, conservar la calma y revisar si lleva alguna identificación de alerta médica.
· Mantenga a la persona a salvo. Aléjela de objetos peligrosos.
· Acueste a la persona de lado si no está despierta y consciente. No obstruya las vías respiratorias, coloque algo pequeño y suave bajo la cabeza, afloje la ropa alrededor del cuello.
· No le ponga nada en la boca. No le dé agua, comida ni pastillas hasta que esté despierta.
· No la sujete.
· Permanezca con la persona hasta que esté despierta y alerta después de la convulsión. La mayoría de las crisis terminan en pocos minutos.