Salud en Casa.- Llega la época de verano y con esto la preocupación de muchas personas de perder todo el exceso de peso que estuvieron acumulando de meses anteriores; existen diferentes dietas cuya característica es la rápida pérdida de peso, dejando de lado la seguridad y la salud de las personas, que se animan a seguirlas.
“Estas dietas se caracterizan, adicional de generar una rápida pérdida de peso por la restricción calórica; a que también se presenten deficiencias nutricionales, como de una mayor pérdida de masa muscular, otra de las contraindicaciones de estas dietas es el conocido “efecto rebote”, es muy frecuente, por lo que no es una dieta que se pueda sostener a un largo plazo. Así que mucho cuidado, al escoger la forma de llegar al peso deseado, ya que lo que podría lograr es aumentar el riesgo de enfermedades, como de padecer un trastorno alimentario”, explica ,la nutricionista Giulianna Saldarriaga del Portal Salud en Casa.
De acuerdo a la especialista, el llevar una alimentación saludable a lo largo de nuestras vidas nos ayuda a prevenir un sobrepeso u obesidad, la cual puede desencadenar diferentes enfermedades no transmisibles, como son la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y hasta ser un factor para desencadenar diferentes tipos de canceres.
“Para invertir estos malos hábitos alimentarios debemos tener en cuenta que se debe elegir una alimentación balanceada, considerando que cada persona tiene un requerimiento nutricional según su edad, sexo, talla, peso, actividad física, y estado de salud; luego de definir bien esto debemos recordar que toda alimentación saludable debe mantener algunas características las cuales son”:
· Incluir alimentos que sean fuentes de proteínas como son: el pollo, pescado, pavita, res, cuy, huevos.
· Al menos debemos tener 5 porciones de frutas y verduras en nuestro día.
· Escoger el consumir de carbohidratos complejos (avena, quinua, arroz, fideos, papa) y evitar el consumo de carbohidratos simples (galletas, kekes, etc).
· Incluir las grasas no saturadas, como las que encontramos en los pescados, palta, frutos secos, aceite de oliva, aceite de sacha inchi son preferibles ya que nos ayudan a disminuir el colesterol malo de nuestro cuerpo.
· Recordar que el mantener una buena hidratación también es fundamental en la alimentación por lo cual se recomienda un consumo de 1.5 a 2 litros de agua al día.
· Consumir menos de 5 gramos (aproximadamente una cucharadita) al día de sal yodada.