Agencia Andina.- Al cierre del 2023, especialistas recomiendan para el próximo año caminar al aire libre, practicar ejercicios de respiración, conversar con la familia y amigos sobre sus preocupaciones, practicar actividades que le dan bienestar (paseos, canto, pintura, etc.) para que el estrés y la ansiedad que causan los problemas sociales y económicos no afecten su salud mental.
Para el psicólogo y psicoterapeuta, Manuel Saravia Oliver, director del Instituto Guestalt de Lima (IGL), es fundamental que las personas tomen la decisión de cuidar su salud emocional, y busquen opciones que las ayuden a partir del 2024.
“Hoy más que nunca necesitamos campañas y despistajes de salud mental para contener el aumento de casos. Como sociedad estamos normalizando y aceptando la delincuencia, la violencia en el hogar y el maltrato en sus diferentes formas”, comentó Saravia Oliver.
Pensamientos frecuentes
En esa línea, manifestó que es importante, en primer lugar, tomar conciencia de los pensamientos que se tienen con frecuencia y que generan ansiedad o culpa. Un par de ejemplos describen esta situación, agrega el especialista: ‘y si pasa tal cosa’ o ‘mejor no hubiera’. Uno provoca ansiedad y el otro, culpa, precisó.
Esta tendencia se acentuó durante el 2023, porque la población siente que no hubo acontecimientos positivos que le traigan alegría y bienestar, señaló el director del IGL.
“Necesitamos que el próximo año haya noticias positivas de logros, de avances, orgullo y cuidado a nuestra población”, indicó.
Cuidar la salud mental
Saravia Oliver refirió que más de 4,100 personas buscan diariamente atención especializada en los centros de salud mental del país porque no pueden conciliar el sueño, tienen síntomas de estrés, angustia y depresión.
Considera que si no se toman acciones concretas el alto grado de inseguridad ciudadana en el que vivimos generará problemas dentro del hogar y aumento de la violencia debido a la falta de control de impulsos y manejo de emociones.
Según cifras del Ministerio de Salud, la inversión en salud mental en el Perú es solo del 2% del presupuesto y, por ello, falta profesionales que promueven la salud emocional en la población y atiendan trastornos mentales.