Salud en Casa.- Investigadores de Cleveland Clinic analizaron genes y tejido cerebral de pacientes con Alzheimer y descubrieron que las diferencias en el inmunometabolismo cerebral (las interacciones entre el sistema inmunitario y las formas en que las células crean energía) pueden contribuir al mayor riesgo de las mujeres de padecer la enfermedad y a su gravedad.
Los resultados, publicados en la revista Alzheimer's and Dementia, ofrecen información importante para desarrollar opciones de tratamiento y prevención de la enfermedad de Alzheimer específicas para cada sexo, la sexta causa de muerte en Estados Unidos.
"Nuestro sistema inmunitario depende de la comunicación entre los distintos tipos de células de nuestro organismo, que se alimentan de la energía generada por procesos metabólicos únicos", explica el Dr. Justin Lathia, Ph.D., vicepresidente del Departamento de Ciencias Cardiovasculares y Metabólicas y coautor del estudio.
"Como el sexo influye tanto en el sistema inmunitario como en el proceso metabólico, nuestro estudio pretendía identificar cómo todos estos factores individuales se influyen mutuamente para contribuir a la enfermedad de Alzheimer".
En colaboración con investigadores del Instituto de Investigación Lerner y médicos del Centro Lou Ruvo para la Salud Cerebral de Ohio y Nevada, el equipo analizó muestras cerebrales y datos de secuenciación de dominio público obtenidos de 469 pacientes con Alzheimer. Buscaron cambios en la expresión génica entre hombres y mujeres en la función inmunitaria, el metabolismo celular y la comunicación entre células cerebrales. Encontraron diferencias específicas por sexo en las tres áreas, con una diferencia notable en la microglía, las células inmunitarias del cerebro. Los cambios en la microglía eran mayores en el cerebro de las mujeres que en el de los hombres.
"Las mujeres son más propensas a desarrollar la enfermedad de Alzheimer y experimentan un deterioro cognitivo más rápido en comparación con sus homólogos masculinos. Estas diferencias de sexo deben tenerse en cuenta a la hora de diseñar medicamentos y realizar ensayos clínicos", afirma el Dr. Feixiong Cheng, Ph.D., colaborador del Instituto de Medicina Genómica y autor principal del artículo. "Estos hallazgos amplían nuestro conocimiento de cada parte de los sistemas que intervienen en el Alzheimer y son fundamentales para determinar los tratamientos adecuados".
Este estudio fue financiado en parte por una subvención de los Institutos Nacionales de Salud (R01AG084250) que apoya el uso de la biología de sistemas y los enfoques multiómicos para desentrañar las complejas interacciones entre nuestros sistemas inmunológicos, la inflamación y las diferencias basadas en el sexo en la enfermedad de Alzheimer. Forma parte de un esfuerzo continuo entre Cleveland Clinic y el Movimiento de Mujeres contra el Alzheimer (WAM) para comprender mejor la relación entre el sexo y todas las enfermedades neurodegenerativas.
"En el fondo, la enfermedad de Alzheimer es un problema de salud de la mujer. Para abordarlo, debemos entender cómo el sexo biológico contribuye a los fundamentos de esta enfermedad", dijo la Dra. Jessica Caldwell, Ph.D., directora del Centro de Prevención del WAM en Cleveland Clinic y otra coautora del artículo. "Estos hallazgos confirman que necesitamos observar las diferencias de sexo en la forma en que se comunican los sistemas corporales y cerebrales para poder ofrecer realmente a las mujeres una atención personalizada, y estamos deseando continuar esta investigación."
Recientemente, el Dr. Cheng ha recibido 6.3 millones de dólares de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) para apoyar la investigación basada en el sexo en la enfermedad de Alzheimer. Junto con el Dr. Lathia, su proyecto "Activación microglial y endofenotipos inflamatorios subyacentes a las diferencias de sexo en la enfermedad de Alzheimer" pretende identificar nuevos mecanismos neuroinmunes periférico-centrales para comprender mejor las diferencias de sexo en la enfermedad de Alzheimer.
Además, los doctores Cheng y Caldwell recibieron 4 millones de dólares de los Institutos Nacionales de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de los NIH para seguir examinando el papel del eje microbioma-intestino-cerebro en la enfermedad de Alzheimer.
Su proyecto, "Dark GPCR Signaling Underlying the Microbiome Gut Brain Axis for Alzheimer's Disease and Related Demetia" ("Señalización GPCR oscura subyacente al eje microbioma-intestino-cerebro en la enfermedad de Alzheimer y otras demencias relacionadas"), tiene por objeto caracterizar los receptores proteínicos del intestino para determinar si ofrecen posibles estrategias de prevención y tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, y cuenta con el apoyo del premio #RF1NS133812.