Salud en Casa.- Durante el mes de octubre se conmemora el Día Mundial de la Visión. Fecha oportuna para concientizar sobre la importancia de la salud visual y abordar especialmente los desafíos que enfrentan nuestros ojos en entornos laborales.
En un mundo donde la mayoría de las tareas cotidianas dependen de la vista, la salud visual en el lugar de trabajo es esencial para el bienestar y el rendimiento de cada trabajador. De acuerdo con las cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB), se estima que 13 millones de personas viven con discapacidad visual asociada a su profesión. Además, al año se producen 3,5 millones de lesiones oculares en los centros laborales, lo que equivale al 1% de todos los accidentes de trabajo no mortales.
"Las consultas que llegan frecuentemente están dominadas por dos preocupaciones principales: el síndrome del ojo seco y la fatiga visual. Esto debido a la exposición prolongada de los colaboradores frente a las pantallas de la computadora que deteriora la visión de cerca. Por otro lado, los obreros están sometidos en ambientes climatizados o con aire acondicionado, productos químicos o herramientas que puedan aumentar el riesgo de lesiones oculares, llegando a tener menor bienestar y desempeño laboral”, explica el Dr. Juan Carlos Corbera, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión
Recomendaciones para la salud visual en el ambiente laboral
Las lesiones oculares graves se pueden prevenir usando siempre la protección adecuada en un entorno de trabajo visualmente seguro, y, garantizando que los colaboradores puedan disfrutar de una vida laboral más saludable y productiva. En ese contexto, el especialista comparte algunas recomendaciones clave para promover una buena salud ocular:
Es esencial informar a los trabajadores a que se tome conciencia sobre los riesgos que puedan afectar su salud visual en el lugar de trabajo. Además, deben de consultar a sus representantes sobre los programas que puedan ayudarlos en acceder a los servicios de atención oftalmológica. Esta colaboración puede conducir a la implementación de políticas y prácticas que protejan y promuevan la salud visual de manera más efectiva.