Día Mundial de la Seguridad del Paciente: aciertos y errores más comunes en el cuidado de un paciente en casa
16 Septiembre, 2023
Salud en Casa.- El cuidado de un paciente en casa es una tarea que demanda tiempo, esfuerzo y un equilibrio delicado entre la atención médica y la preservación de la dignidad y la autonomía del paciente. Esta es una práctica que actualmente se ha vuelto más común que nunca, ya sea debido a la pandemia o a la preferencia de las personas por mantener a sus seres queridos cerca, sin embargo, es una decisión que depende de la gravedad de la enfermedad o lesión y de la capacidad de proporcionar los cuidados adecuados en el entorno doméstico.
“Las enfermedades leves, como los resfriados comunes, las lesiones menores como cortes y rapaduras, así como las enfermedades crónicas estables o la recuperación postoperatoria después de ser dados de alta, son algunas situaciones que se pueden controlar desde casa. Lo importante en estos casos es seguir adecuadamente los planes de tratamiento y medicación prescritos por un profesional de la salud para garantizar la eficacia del tratamiento, mejorar la salud del paciente y prevenir complicaciones”, afirma al respecto la Mg. Jocelyn Chavez Farro, docente de enfermería del Instituto Carrión.
Teniendo en cuenta ello, y en torno al Día Mundial de la Seguridad del Paciente (17 de setiembre), la especialista da a conocer los errores y aciertos más comunes en el cuidado de un paciente en casa.
Errores comunes:
- No seguir el plan de tratamiento y automedicarse: Uno de los errores más críticos es no seguir el plan de tratamiento o medicación prescrito por el profesional de la salud. Para evitarlo, es fundamental comprender y anotar las instrucciones del médico, utilizar recordatorios (como alarmas o calendarios), y comunicarse con el equipo médico para aclarar cualquier duda. Evitar la automedicación, debido a que puede empeorar la salud y bienestar del paciente.
- Falta de higiene: La higiene deficiente puede aumentar el riesgo de infecciones. Para no cometer este error, asegura lavarte adecuadamente las manos antes y después de cuidar al paciente, así como de mantener limpia su área de descanso y sus utensilios personales.
- No buscar ayuda cuando es necesario: Algunas personas intentan hacer frente al cuidado de un enfermo solas, incluso cuando es abrumador. Para evitarlo, busca apoyo de profesionales de enfermería, familiares o amigos.
- No cuidar de uno mismo: Los cuidadores a menudo se olvidan de cuidar de su propia salud y bienestar. Este error puede llevar al agotamiento y al estrés. Para evitarlo, asegúrate de descansar lo suficiente, mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio y buscar apoyo emocional cuando sea necesario.
- No prestar atención a las señales de advertencia: Ignorar los cambios en la condición del paciente o los síntomas que empeoran es un error común. Para evitarlo, mantén una comunicación abierta con el equipo médico, registra los cambios y busca atención médica si es necesario.
- No estar preparado para emergencias: No estar preparado para situaciones de emergencia, como un accidente o una crisis médica, es un error grave. Para evitarlo, ten un kit de primeros auxilios en casa, conoce la ubicación de los hospitales cercanos y los números de emergencia, y aprende las técnicas de primeros auxilios básicos.
Aciertos comunes:
- Tener un plan de cuidados: Cada paciente es único y adaptar el cuidado a sus necesidades individuales es un acierto clave. Esto incluye horarios para la toma de medicamentos, tratamientos, terapias, comidas, descanso y actividades físicas. Es importante manejarlo de la mano con una enfermera.
- Utilizar un calendario o agenda: Un calendario físico o una aplicación de calendario en tu dispositivo es una idea genial, porque ayuda a llevar un registro de las citas médicas, los horarios de medicación y otras tareas importantes.
- Organizar los medicamentos: Utilizar un organizador de pastillas o una caja de medicamentos para separar y organizar los medicamentos por día y hora es un gran acierto. Esto evita confusiones y asegura que se tomen según lo recetado. Los llamados pastilleros ayudan mucho a ello.
- Anotar todos los registros: Llevar un registro de la evolución de los síntomas, los efectos secundarios de los medicamentos y cualquier cambio en la salud del paciente es una práctica muy acertada. Esto es útil para informar al profesional de la salud en las citas de seguimiento. Sin embargo, esta tarea es posible realizarla de la mano de un profesional de enfermería, quien puede diferenciar un efecto secundario de algún medicamento.
- Comunicar cambios: El estar en contacto con su médico o enfermero ante cambios en la condición del paciente o preguntar sobre el tratamiento es ideal para garantizar la pronta recuperación o brindarle calidad de vida.
- Aprender sobre la enfermedad: Cuanto más sepas sobre la enfermedad o condición del paciente, mejor podrás cuidarlo.
“Los errores comunes, como descuidar el seguimiento del plan de tratamiento o no cuidar de uno mismo, pueden tener consecuencias significativas tanto para el paciente como para el cuidador. Reconocer la importancia de la comunicación abierta, el apoyo emocional y la planificación a largo plazo es esencial para proporcionar el mejor cuidado posible”, afirma la especialista del Instituto Carrión.