Salud en Casa.- Los pensamientos negativos, esos intrusos incómodos que pueden acechar en nuestra mente, no solo tienen el potencial de alterar nuestro estado emocional, sino que también pueden ocasionar efectos duraderos en nuestras decisiones y comportamientos cotidianos.
Estos pensamientos no solo carecen de fundamentos, sino que provocan una cascada de consecuencias adversas para nuestra salud mental y bienestar. Las interpretaciones erróneas pueden generar emociones desagradables como tristeza, ira o frustración. Además, influencian de forma perniciosa nuestras conductas, incluso llevando a comportamientos autolesivos o a la disminución de la autoestima.
Para enfrentar este adversario interno y restablecer un equilibrio emocional, Mauro Cerón Salazar, coordinador de la carrera de Psicología en la Universidad Privada del Norte (UPN), comparte tres estrategias fundamentales:
1. Identificar y cuestionar: El primer paso para combatir los pensamientos negativos es reconocerlos y cuestionar su validez. Este proceso de autorreflexión facilita una mayor claridad mental y emocional.
2. Practicar la meditación: Al dedicar tiempo a la meditación de forma regular, se puede desarrollar un estilo de vida más optimista y reducir la influencia de los pensamientos negativos. Además, disminuyen los trastornos de ansiedad y la depresión.
3. Desarrollar habilidades de afrontamiento: Permite a las personas manejar mejor el estrés y las dificultades emocionales. Estas habilidades pueden incluir la resolución de problemas, la gestión del tiempo y el fomento de relaciones saludables.