Salud en Casa.- Un paso importante durante la primera crianza es cuando el bebé va dejando los pañales y empieza a ir al baño por sí mismo. Los niños aprenden a controlar sus esfínteres a los 2 años, sin embargo, este signo fisiológico no indica que se encuentre preparado en su totalidad para el retiro del pañal.
Algunos enfoques de crianza tradicional suelen transitar esta etapa con más apuro, por lo cual los padres deciden retirar el pañal de manera más veloz o repentina. En contraste, actualmente se considera que una de las mejores alternativas -según la obstetra y asesora de maternidad, Nícida Ferreyros-, apuesta por esperar el momento adecuado y acompañar el camino con mucha paciencia, respetando los ritmos del bebé mediante la aplicación de métodos avalados por especialistas. De esta manera se logra una mayor conexión y lazos de confianza con el bebé, cerrando una etapa de crecimiento exitosa.
De acuerdo con la tabla de desarrollo Haizea-Llevant1, recurso que valora el desarrollo cognitivo, motor y social infantil desde el nacimiento hasta los 5 años, cerca del 50% de los infantes controla su orina o evacuaciones del día a los dos años y medio, un 75% lo consigue a los tres años y el 95% lo logra a los 3 años y medio.
La especialista, Nícida Ferreyros, señala que no existe una fórmula mágica o edad exacta que asegure el éxito de esta misión. Se sugiere empezar el proceso entre los 18 y los 24 meses, teniendo en cuenta que cada bebé es único, no todos alcanzan la maduración neurológica al mismo tiempo y no tienen el mismo grado de comprensión, por lo que dependerá mucho de su desarrollo y comportamiento individual.
“Recomiendo a los padres acompañar a sus bebés en este proceso con paciencia, teniendo en consideración que esta etapa representa uno de los principales desafíos de los menores. Hay que respetar sus propios ritmos y estar atentos para conocer y comunicarnos mejor con ellos/ ellas, aspectos que harán más sencillo el aprendizaje”, sostuvo Ferreyros.
El pañal ¿se quita o se deja?
Esta incógnita surge a menudo en los padres cuando sus bebés bordean los dos años y presentan algunas señales de control de sus esfínteres, como la disminución de la frecuencia del cambio del pañal o la menor tolerancia frente a la sensación de humedad. Se acentúa, además, cuando se les observa avisar cada que tienen ganas de ir al baño o evidencian una buena coordinación de sus movimientos, siendo capaces de subir y bajar su prenda por ellos mismos.
Sin embargo, vivimos en tiempos con diversas creencias que podrían impulsar la migración de dejar el pañal sin respetar las particularidades de cada niño, convirtiendo esta experiencia en un detonante de estrés o frustración. Por ello, los padres juegan un rol fundamental durante este proceso, que es un paso decisivo en el desarrollo de la autonomía del bebé, el más importante después de empezar a caminar.
Los especialistas de Babysec, marca dedicada al cuidado del bebé, indican que hay tres elementos básicos que los padres deben aplicar para llevar a cabo la “operación pañal”: tiempo, paciencia y respeto. A partir de ello, comparten algunas sugerencias a los padres, que necesitan prepararse para acompañar y ayudar a sus pequeños durante este cambio:
Referencias: