Salud en Casa.- Aparentemente parece un educado y gentil caballero, pero cuando atraviesa el umbral de la puerta de su casa, cambia. Se muestra intolerante, se pone agresivo con su esposa, le grita, la insulta y hasta en ocasiones la agrede físicamente.
Teniendo en cuenta que caras vemos, pero corazones no sabemos. ¿Es posible identificar a un agresor? Sí, se pueden notar algunas señales de alerta cuando una mujer se ve en una situación de riesgo de violencia por parte de su pareja.
Se encuentra frente a una persona posesiva, y por consecuencia con una que puede manifestar acciones violentas, si en la etapa de enamorados revisa su celular, su correo, su cartera. Pregunta con insistencia por sus relaciones anteriores, queriendo conocer detalles que no se justifican, póngase en alerta.
Otros signos de violencia latente pueden ser si su pareja quiere tener el control de su vida, es decir, decidir cómo se viste, cómo debe actuar y hasta decidir a qué amigos debe a frecuentar. Inclusive, si la obliga a acatar sus normas porque, según él, tiene derecho,
Una expresión de posesividad, control que muchas veces se piensa que es normal, se manifiesta son los celos. A diferencia de lo que se cree, no son emociones positivas, sino al contrario, causan perturbaciones en el que lo padece, pues estas personas se siente amenazadas, sospechan y se inquietan ante la posibilidad de que el ser amado no les preste atención. Y comienzan las exigencias y reclamos injustificados.
Cifras de la violencia
Este 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la No Violencia Contra la Mujer. Según el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables en el Perú, entre enero y octubre 2018 se han reportado 116 feminicidios y más de 217 tentativas de este delito. En promedio se están perpetrando 11 feminicidios por mes.
En relación a la violencia sexual, en lo que va del 2018, el MIMP reportó más de 9 000 casos de violencia sexual. Más de 4 400 denuncias por violación sexual; el 68.4% de las víctimas son menores de edad.
A esto se suma que Lima ha sido identificada como la ciudad más peligrosa para que las niñas salgan solas o usen el transporte público, según la organización española Plan Internacional.