Salud en Casa.- La actividad física constante y moderada genera una serie de adaptaciones en el organismo que van más allá de quemar calorías, construir masa muscular o reducir grasa. Las personas activas tienen un mejor funcionamiento de su metabolismo y tienen menos riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles que ocasionan la mayoría de muertes en el mundo.
Según un estudio publicado en la revista científica The Lancet Global Health, la actividad física ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares hasta en un 25%, diabetes tipo 2 hasta un 27 % y algunos tipos de cáncer. También mejora el estado de ánimo disminuyendo el riesgo de sufrir depresión y ansiedad.
“Al hacer ejercicio regularmente, estamos fortaleciendo nuestro sistema inmunológico, mejorando nuestra salud cardiovascular y reduciendo el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Gracias al ejercicio podemos mejorar nuestra calidad de vida a largo plazo”, afirmó Alejandro Sarmiento, líder científico de Bodytech.
De acuerdo con el experto el ejercicio se ha convertido en la medicina preventiva por excelencia o en “la polipíldora en contra de la mayoría de enfermedades crónicas no transmisibles gracias a que controla el peso, mejora la sensibilidad a la insulina, disminuye el riesgo de diabetes, controla las grasas sanguíneas, reduce las cifras de tensión arterial, mantiene la masa muscular y reduce la pérdida ósea. Además, mejora las funciones digestivas, reduce los problemas osteoarticulares degenerativos, aumenta el rendimiento mental, disminuye la ansiedad y el estrés, y mejora el ánimo”