Salud en Casa.- La demencia es uno de los trastornos más devastadores que se van desarrollando a medida que las personas envejecen, provocando una pérdida progresiva de la capacidad para pensar, recordar y razonar. Su causa responde a trastornos cerebrales que, con el tiempo, pueden limitar el habla, el movimiento e incluso la capacidad del paciente de reconocer a sus seres queridos.
Según datos de Alzheimer’s Disease International, para el 2050 se prevé que la demencia afectará a 152 millones de personas, dado que el riesgo de padecerlo aumenta con la edad, lo que hace que la búsqueda de soluciones sea una tarea mucho más compleja, ya que la demencia no solo hace referencia a una enfermedad sino también a varias derivadas: Alzheimer, demencia vascular, demencia mixta, entre otras.
El Alzheimer, la variante más conocida de la demencia, ocurre cuando en el cerebro se forman cúmulos anormales que interfieren en la actividad normal de las células cerebrales y, de acuerdo a la Alzheimer’s Association, representa entre el 60% y el 80% de todas las formas de demencias. Este es uno de esos trastornos que continúan siendo difíciles de diagnosticar y tratar debido a la dificultad que tiene el paciente para contar su historial médico o para acudir a familiares que puedan tener mayor claridad sobre episodios o cambios notorios en el paciente.
Si un médico de atención primaria sospecha la existencia de demencia, el paciente puede ser remitido a un especialista o a una clínica especializada, donde pueden realizarse diversas pruebas, entre ellas:
Los retos de la demencia subrayan la necesidad de potencializar la medicina de precisión para que los tratamientos que se vayan a implementar puedan ir completamente acorde al individuo que lo necesita. El uso de la tecnología de punta en el tamizaje y seguimiento de la patología pueden hacer de este proceso un trayecto más amigable para el médico y para el paciente. A partir de esto, se incentiva un diagnóstico temprano que permita hacer frente a estas enfermedades progresivas”, menciona Sergio Arturo Dominguez, director de Cuidados Neurovasculares en Siemens Healthineers, Latinoamérica.
Sin duda, esta enfermedad supone un reto para los médicos que quieren establecer parámetros para poder especificar desde qué edad se puede evidenciar el avance de la demencia, o cuáles mutaciones son las que impulsan su desarrollo, factores que ayudan a identificar mejor los puntos de partida. Gracias a la innovación, las pruebas mencionadas anteriormente pueden resultar útiles en casos complejos donde los datos clínicos son contradictorios o poco fiables.