Salud en Casa.- Si bien las mascotas llegan a considerarse parte de la familia, podrían transmitir algunas enfermedades al ser humano si no se toman los cuidados necesarios, llegando a producir ceguera en los peores casos. Por eso, las medidas preventivas son vitales para una convivencia saludable y segura.
“Las mascotas pueden causar enfermedades oculares, ya sea directa o indirectamente. En el primer grupo, se encuentra un motivo muy frecuente en las consultas: las alergias, generalmente debido a la exposición de las personas al pelo o descamación de la piel del animal”, indica el Dr. Raúl Swayne, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión, institución que supera los estándares de calidad al contar con niveles de satisfacción muy superiores a los de otras clínicas.
En el segundo grupo, están las infecciones generales, como la toxoplasmosis y la toxocariasis, producidas por gatos y perros respectivamente, las cuales pueden comprometer la visión. “Su transmisión es por vía oral, mediante el contacto con la materia fecal del animal contaminado, ya sea por alimentos contaminados o al no lavarse las manos. En el caso de la toxoplasmosis, también puede ser contagiada en el embarazo, de la madre al feto, pudiendo ocasionar un posible aborto”.
Una lesión en el ojo por estas causas no tiene tratamiento, por lo que se pierde la vista. Sin embargo, muchas veces, la patología puede pasar desapercibida, ya que el paciente solo presenta inflamaciones leves o es asintomático.
“La toxocariasis es frecuente; pero, es más común la toxoplasmosis. Se estima que los adolescentes tienen un promedio de 5 a 6% de positividad al parásito del toxoplasma cuando se hacen dosajes serológicos. En los adultos mayores de 50 años, se habla de un 10% hasta un 60%”, menciona el Dr. Swayne.
No todas las enfermedades podrían ocasionar ceguera
Los perros también podrían causar la enfermedad de Lyme, que es transmitida por la garrapata. Esta, además de malestar crónico y dolores musculares, inflama la piel y los ojos, ocasionando desde fastidio al ver la luz hasta una inflamación ocular más grave, como es la uveítis.
En el caso de los gatos, cuando uno araña a un paciente, se puede sufrir de una patología llamada “arañazo de gato”, que produce conjuntivitis y algunas lesiones; mientras que el contacto por vía oral con las heces de las aves podría ocasionar psitacosis.
“Una mascota es ideal para la crianza y el desarrollo de un niño, pero se deben tener en cuenta algunos cuidados para no desarrollar posibles problemas en la visión”, sugiere.
Por ello, el experto de Oftálmica Clínica de la Visión brinda las siguientes recomendaciones: