Salud en Casa.- Hace un año, se estableció un hito en la atención oncológica en el Perú con la reglamentación de la Ley 31336, también conocida como la Ley Nacional del Cáncer, con el objetivo de garantizar la cobertura universal, gratuita y prioritaria de los servicios de salud para todos los pacientes oncológicos, sin importar el tipo de cáncer que padezcan. Según datos nacionales, se detectan alrededor de 70,000 nuevos casos de cáncer cada año en el país.
La Ley sienta las bases para la descentralización oncológica y la incorporación de nuevos tratamientos para la lucha contra el cáncer. Además, establece nuevos mecanismos de adquisición para medicamentos y dispositivos médicos contra el cáncer, que suelen ser de alto costo y no estén dentro del Petitorio Nacional Único de Medicamentos Esenciales. Además, propone actualizar cada dos años el listado de los medicamentos oncológicos complementarios al Petitorio. Sin embargo, para implementar esta norma se necesita un uso eficiente del presupuesto. Este año se asignaron S/1048 millones para la atención en cáncer y la implementación de la Ley, pero, hasta la fecha, no se ha ejecutado ni un sol.
“Un pilar central de la democracia es la inversión en salud. Sin cobertura equitativa, de calidad y oportuna, no podemos sentar las bases para vivir en armonía y promover el crecimiento económico. La Ley Nacional de Cáncer, incluye la creación de la Red Oncológica Nacional y descentralizar la atención en cáncer, pero esa tarea titánica requerir también una línea de financiamiento para atender a los pacientes a nivel nacional. Una solución viable está en la actual propuesta de creación de la Cuenta Nacional de Salud para tratamientos de Alto Costo que se encuentra en el Congreso, para mancomunar los recursos para este tipo de tratamiento y promover equidad en el acceso”, comentó Martín Soto, Director del Departamento de Asuntos Públicos y Responsabilidad Social de Roche Farma Perú.
De acuerdo con el reglamento, se debe garantizar la cobertura integral a toda persona con diagnóstico de cáncer en el país. Si el paciente no cuenta con ningún plan de aseguramiento, se le afilia directamente al Seguro Integral de Salud (SIS). No obstante, el sistema de salud peruano, por su fragmentación, enfrenta limitaciones en el financiamiento para brindar una cobertura de calidad a todas la población por igual.
“Por ejemplo, Essalud tiene una capacidad de inversión 13.4 veces mayor que el SIS, aunque carece de postas y centros de salud en todo el territorio. Por otro lado, el SIS no cuenta con la capacidad para equipar y mantener todos sus establecimientos ni para atender la demanda de servicios especializados. En este sentido, se hace necesario promover sinergias entre estos subsistemas para abordar de manera integral la atención y la mejor ruta para ello es promoverla la cooperación desde la mancomunidad de recursos que permita distribuir mejor el riesgo y dotar al sistema de sostenibilidad financiera, cómo lo hizo Uruguay en los 80”, comentó el experto.
Según Martín Soto, otros desafíos que enfrenta el sistema de salud peruano incluyen garantizar el acceso universal con equidad y reducir la brecha de atención, implementar el uso de nuevas tecnologías para ecualizar la atención de salud, lograr un financiamiento sostenible para enfermedades raras y otras con alta morbilidad, reducir el gasto de bolsillo en medicamentos y tratamientos, y descentralizar las especialidades médicas y la dotación de personal en salud.
Para enfrentar estos problemas, el experto indica que es necesario promover consensos, medir y transparentar los resultados, y articular el financiamiento y la prestación de servicios para crear sinergias entre la capacidad resolutiva del nivel especializado de Essalud y la presencia del Ministerio de Salud en el país.