Salud en Casa.- El linfoma de Hodgkin es un tipo de cáncer que ataca al sistema linfático, parte importante dentro del combate de las infecciones del cuerpo. Se manifiesta inicialmente por una inflamación en los ganglios ubicados en el cuello, aunque de igual manera, pueden manifestarse en el pecho, la axila y la ingle, hasta extenderse en otros órganos tales como el bazo y el hígado.
“Este tipo de cáncer se caracteriza por la presencia de una rara forma de tumor celular llamada Reed-Sternberg, que solo está presente en este tipo de linfoma. Para el diagnóstico, normalmente se necesita una biopsia que permite identificar la existencia de la célula, es de suma importancia detectarla a tiempo”, indicó el doctor Juan Navarro, jefe del departamento de hematología del hospital Edgardo Rebagliati Martins.
Cabe destacar que el linfoma de Hodgkin es el cáncer más común detectado en adolescentes de 15 a 19 años. En el mundo, se detectan más de 79 mil casos anualmente siendo el 60% en hombres y el 40% en mujeres. En cuanto a la mortalidad más de 26 mil personas fallecen anualmente en el mundo por causa de esta patología.
En el Perú, la cifra es de 328 casos nuevos al año y mantiene una mortalidad de 105 fallecidos.
Aquí te nombramos algunos síntomas que podrían indicar la presencia de linfoma de Hodgkin
1. Inflamación inicialmente no dolorosa de los ganglios linfáticos del cuello, las axilas o el área de la ingle y que no desaparece en pocas semanas.
2. Fiebre sin razón aparente, persistente y recurrente mayor a los 38 °C.
3. Pérdida de peso aparente de más del 10 % en un periodo continuo de 6 meses.
4. Sudoración profusa durante la noche.
5. Dolor en los ganglios linfáticos que se desencadena con la ingesta de alcohol.
Si se presentan todos o algunos de estos síntomas, lo más recomendable es acudir al médico para empezar a realizar las pruebas necesarias
Tratamiento
Como opciones de tratamiento en primera línea se encuentra la quimioterapia; en segunda línea está el trasplante autólogo de células madre (TACM), que consiste en la extracción previa a la quimioterapia de células madre de la médula ósea o de sangre periférica del paciente, su respectivo almacenamiento y la reinfusión de dichas células posterior a la terapia.
Como tratamientos de tercera línea, existen medicamentos llamados anticuerpos conjugados a drogas (ACD), los cuales trabajan apuntando específicamente a la proteína que se halla en la superficie de las células cancerosas, sin dañar las células sanas alrededor del tumor.