Salud en Casa.- Se estima que cada año, en promedio 30 mil bebés peruanos nacen prematuros, de los cuales aproximadamente 2 mil fallecen debido a complicaciones en el parto. A escala global, anualmente se registran 15 millones de neonatos prematuros, es decir, más de uno en cada 10 nacimientos.
En ese contexto, el Dr. Julio Tresierra, pediatra neonatólogo y gerente médico de Sanofi Pasteur, explica que la prematuridad se considera un problema de salud pública, ya que es la primera causa de mortalidad en los niños menores de cinco años de todo el mundo. “Según estimaciones mundiales, el 47% de las defunciones ocurren antes del primer mes de vida. En el Perú, las principales causas de mortalidad neonatal son: los nacimientos prematuros (30%), las infecciones (20%) y malformaciones en el feto (15%)”.
Cabe mencionar que, se considera prematuro un bebé nacido vivo antes de que se hayan cumplido 37 semanas de gestación. Dentro de esta calificación existen subcategorías: prematuros extremos (menos de 28 semanas), muy prematuros (28 a 32 semanas), y prematuros moderados a tardíos (32 a 37 semanas).
De acuerdo con el especialista, dependiendo de su edad gestacional, los bebés prematuros que sobreviven pueden presentar problemas respiratorios, visuales, auditivos, alimenticios y de aprendizaje. “Debido a que nacen muy pronto, sus órganos no tuvieron el tiempo suficiente para desarrollarse”, indica.
Así mismo, el Dr. Julio Tresierra, pediatra neonatólogo y gerente médico de Sanofi Pasteur, afirma que los recién nacidos, especialmente los prematuros, son poblaciones de riesgo para distintas enfermedades, dado que tienen un sistema inmunológico débil. “Las vacunas son seguras y efectivas para esta población, no solo los protegen, sino que incluso podrían salvarles la vida. Por ello, es muy importante que durante el embarazo la madre y su entorno más cercano se vacunen contra el tétano, la influenza y la tos ferina”, reitera.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi el 68% de las muertes de recién nacidos podrían evitarse para el 2030 con soluciones simples como el contacto piel a piel entre los progenitores y el bebé (método de la madre canguro), o la lactancia materna, que es una de las formas más eficaces de asegurar la salud y la supervivencia de los niños; sin embargo, solo un 40% de los lactantes menores de seis meses en todo el mundo reciben leche materna como alimentación exclusiva.
Este 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Niño Prematuro, una oportunidad para resaltar la importancia de una atención de calidad tanto durante embarazo, el parto y el periodo postnatal, que puede salvar a más de tres cuartas partes de los bebés nacidos antes de término.