Salud en Casa.- El cáncer de próstata es uno de los que más se detectan en fase tardía, lo que complica e incluso imposibilita el recibir tratamiento oportuno, condenando así al paciente a mayor sufrimiento o a una muerte precoz. En Perú, en los últimos cinco años, la prevalencia del cáncer de próstata asciende a 30,360 casos y tan solo en el año 2020 se detectaron 8,700 nuevos casos en varones de todas las edades.
Por otro lado, el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) recibe cada año aproximadamente 800 casos nuevos de esta neoplasia maligna, de los cuales, el 45% se encuentra en etapa avanzada, mientras que un 40% se encuentra en estadíos localmente avanzados y solo un 15% en fases iniciales, siendo esta última la que tiene mayor probabilidad de curación.
“El diagnóstico oportuno es fundamental para que el paciente gane la batalla al cáncer de próstata, el cual, respecto a otros tipos de cáncer, tiene mayor probabilidad de curación si se trata de forma integral. No obstante, persiste el rechazo de los hombres de acudir al médico para realizarse diagnósticos preventivos o tempranos, debido a temores que van desde el prejuicio al método de diagnóstico, el miedo a la disfunción sexual hasta lo psicológico”, señalan especialistas médicos de Bayer.
Mitos
Por ello, para generar conciencia sobre la enfermedad y para derrumbar aquellos mitos que se generan por desconocimiento y que converge en que la enfermedad no se trate de manera oportuna, el especialista responde a las principales inquietudes:
Sobre el cáncer de próstata. En primer lugar, la próstata es una glándula del tamaño de una nuez, ubicada entre la vejiga y el órgano reproductor masculino. Produce líquido seminal que protege, nutre los espermatozoides y se expulsa con la eyaculación. Ahora, el cáncer de próstata ocurre cuando las células comienzan a crecer de forma descontrolada y maligna en los tejidos de la próstata.
Los factores de riesgo. De acuerdo con la Sociedad Americana contra el Cáncer, los factores de riesgo están asociados principalmente con la edad, la raza, antecedentes familiares, los cuales no se pueden controlar. Pero también están aquellos factores que sí se pueden modificar como: fumar, el sobrepeso u obesidad, la inactividad física, deficiente alimentación en vitaminas y nutrientes, consumo excesivo de alcohol, infecciones o inflamación de la próstata.
A pesar de que no existen estudios científicos que concuerden en la relación directa con el aparecimiento de la enfermedad, ciertos hallazgos han evidenciado que estos factores sí pueden generar mayor riesgo para desarrollar cáncer de próstata avanzado o con tendencia a ser más mortal[3].
Sintomatología. El cáncer de próstata suele ser asintomático durante su fase temprana. De ahí la importancia de realizarse el examen médico a partir de los 50 años de edad, y si hubiera otros factores de riesgo los controles deberían darse de manera más temprana desde los 40 o 45 años. Dentro de los principales síntomas se encuentran:
La prueba de detección. Se trata de un análisis del antígeno prostático específico (APE) que consiste en un examen de sangre de rutina para medir la concentración de esta sustancia. Y, un examen de tacto rectal digital, que es una prueba de corta duración hecho para identificar anomalías en la próstata a través de la introducción de un dedo del médico en el ano del paciente.
Prevención y cura. A la fecha no existen estudios que respalden que la enfermedad pueda prevenirse, no obstante, lo que sí recomienda la comunidad médica, es cambiar el estilo de vida que pueda coadyuvar al aparecimiento o empeoramiento de este tipo de cáncer; así como el diagnóstico temprano. Lo cierto es que es un tipo de cáncer con una alta tasa de sobrevivencia cuando se identifica en su etapa más temprana y no ha afectado a otros órganos como la vejiga, los testículos, la uretra, entre otros.
Prevalencia de edad. Si bien es más común a partir de los 50 años, esta enfermedad no escoge la edad y puede aparecer en hombres más jóvenes.
Efectos. El tratamiento de cualquier tipo de cáncer u otra enfermedad siempre conlleva efectos secundarios, aún más cuando las técnicas son más agresivas como la cirugía de la próstata, quimioterapia o la radioterapia; más frecuentes en casos más avanzados. El tratamiento de cáncer de próstata, durante o después que termine, puede causar cambios físicos, emocionales y en la vida sexual, dependerá del caso de cada paciente. Sin embargo, es importante que el paciente se informe bien de la mano del especialista de otras opciones menos invasivas o tratamientos para apalear los efectos secundarios.
En tal sentido, sostienen en que la mejor medida para combatir esta enfermedad será acudir al médico de manera temprana, llevar un estilo de vida saludable y atender a los signos de alarma. Agrega que es importante que la población esté debidamente informada a través de fuentes de información confiables y del especialista médico.