El Independiente.- Cada 13 de septiembre se convierte en el día para recordar a los afectados por sepsis, una respuesta del organismo que supone la primera causa de muerte en hospitales. El motivo: su diagnóstico de forma incorrecta o su paso inadvertido «en sus primeras manifestaciones cuando aún podría ser tratada de forma eficaz», tal y como explican desde la Organización Paramericana de la Salud (OPS) perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Qué es la sepsis?
De acuerdo a la Sepsis Alliance, la sepsis consiste en una «respuesta abrumadora y potencialmente mortal del organismo ante una infección, que puede causar daño tisular, insuficiencia de órganos y la muerte. En otras palabras, es la respuesta exagerada y tóxica de su organismo ante una infección».
Esta respuesta surge como resultado de un ataque del propio organismo hacia sí mismo en vez de contra gérmenes como bacterias, hongos o parásitos a los que debería combatir. Los motivos que explican este tipo de reacción del sistema inmune es aún desconocida por los investigadores.
Además, desde la institución advierten de que la sepsis puede avanzar a sepsis grave cuando «se presentan signos de disfunción orgánica, como dificultad para respirar (problemas con los pulmones), producción de orina escasa o nula (riñones), resultados anormales en pruebas hepáticas (hígado) y cambios en el estado mental (cerebro). Casi todos los pacientes con sepsis grave necesitan tratamiento en una unidad de cuidados intensivos (UCI)».
El nivel más preocupante que puede alcanzar una sepsis es cuando se produce un choque septicémico, es decir, cuando tiene lugar una gran reducción de la presión sanguínea.
¿Cómo sé si estoy sufriendo una sepsis?
Sufrir una infección no supone que estemos también padeciendo una sepsis. Desde el National Institute of General Medical Sciences destacan que entre la sintomatología que padecen los enfermos afectados por la misma se encuentran: fiebre, escalofríos, respiración y frecuencia cardiaca rápidas, sarpullido, confusión, y desorientación. Al ser estos síntomas usuales de otras patologías, su detección precoz se convierte en una tarea difícil en muchos casos.
¿Cómo se debe tratar la sepsis?
Debido a la facilidad con la que la sepsis puede empeorar, es muy importante tratarla con la mayor urgencia posible para evitar que pueda ir a más. Desde Sepsis Alliance indican que «el riesgo de muerte por sepsis aumenta hasta un 8% por cada hora que pase antes de iniciar el tratamiento».
Por ello, entre los tratamientos más comunes para frenar su extensión se encuentran los antibióticos de amplio espectro, los líquidos intravenosos – que ayudan al organismo «a evitar que la presión arterial disminuya a niveles peligrosamente bajos, causando choque septicémico» – o las terapias extracorpóreas.
Además, la institución recomienda la vacunación, el cuidado de las heridas, el tratamiento de las infecciones o el lavado de manos para evitar padecer una sepsis.