Salud en Casa.- En el invierno con la falta de luz solar, nuestro cerebro produce más melatonina, la hormona que regula el ciclo de sueño. Por ello, las personas se sienten con menos energía. La luz solar que incide sobre la piel de las personas transmite la vitamina D. Esta no solo es esencial para huesos y músculos, sino que tiene un especial impacto en el estado de ánimo y el sistema inmunológico.
En este sentido, David León Lizama, docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la UTP, afirma que “existen muchos alimentos energéticos, de fácil digestión y con gran demanda de nutrientes que contribuyen a evitar el cansancio. Gracias a sus bondades nutricionales, nos aportan un extra de vitalidad y energía”. Es por ello que recomienda incluir en nuestra dieta los siguientes:
Plátano. Contiene una gran dosis de potasio que ayuda a regular el balance de agua, fortalecer los músculos y mejorar el funcionamiento del organismo. Además, el cansancio se relaciona con los niveles bajos de potasio.
Chocolate negro. Este alimento, además de aportar energía, cuenta con carbohidratos y antioxidantes que ayudan a controlar la presión sanguínea.
Palta. Uno de los componentes de este alimento es el potasio, nutriente que ayuda a mantener el buen funcionamiento de las células de nuestro cuerpo.
Espinacas. Posee carotenoides y betacarotenos que mejoran la digestión y el funcionamiento de los músculos.
Frutos secos. Son los más energéticos gracias a su alto contenido en ácidos grasos esenciales. Sus efectos son instantáneos gracias a la fibra y las proteínas.
Avena. Este alimento brinda energía de forma instantánea, por lo que es perfecto para el desayuno. Es una fuente de fibra y carbohidratos.
Huevo. Son los reyes de las proteínas, encargadas del buen funcionamiento de los músculos. Por ello, se recomienda consumirlos antes o después de realizar algún esfuerzo físico.
Finalmente, el especialista afirma que para recargar energía durante esta época fría del año es importante “crearse el hábito de dormir y despertar a la misma hora todos los días y que el tiempo de sueño sea de siete a ocho horas diarias; realizar una buena dosis de ejercicio por las mañanas para liberar endorfinas y por ende generar una sensación de bienestar; y cuidar la alimentación, consumiendo vitamina B, que ayuda a convertir los alimentos en energía”.