Agencia Andina.- El deseo de volver a casa se hizo realidad para Oliver y Darla, dos adolescentes que han permanecido hospitalizados por largo tiempo conectados a un respirador mecánico con el diagnóstico de insuficiencia respiratoria aguda.
Ellos son los primeros de cuatro pacientes crónicos conectados a un ventilador mecánico en regresar a su hogar, para estar junto a sus familiares. Emotivos momentos se vivió durante la despedida de los menores quienes eran parte de la familia del INSN - Breña.
Oliver llegó a pocos meses de nacido y desde entonces permaneció doce años al cuidado del personal médico, enfermeros y técnico en enfermería del servicio de Medicina “C”. De igual manera Darla recibió siete años de atención de parte del personal médico y asistencial en Medicina “D”.
El hecho se da gracias al Programa de Externalización de Pacientes con Ventilación Mecánica Prolongada que ha iniciado el Instituto Nacional de Salud del Niño – Breña en coordinación con el Seguro Integral de Salud (SIS) y el Fondo Intangible Solidario de Salud (FISSAL).
Asistencia en casa
El programa permite que el paciente reciba la misma calidad de atención que en el centro pediátrico, pero ahora en el hogar, para ello los familiares han recibido capacitación por una entidad privada, que, además; brinda los equipos biomédicos e insumos, sumado a un personal de salud que acompañará a la familia seis horas los 365 días del año, ayudando en las atenciones básicas como movilización, alimentación, aspiración de secreciones, entre otros.
Por su parte, el INSN supervisará mensualmente la calidad de atención brindada por la empresa a los pacientes.
“Se colocará un ventilador mecánico en el domicilio, además de proveer todos los insumos con los cuales la madre realiza su rutina diaria, por ejemplo: aspirar secreciones, cuidado de la gastrostomía, movilización del paciente y monitoreo de los signos de alarma ante una descompensación clínica”, detalló Franklin Aranda Paniora, director de Medicina.
El proceso de externalización permite beneficiar no sólo a los pacientes sino también a la familia, cuyos integrantes durante muchos años han permanecido en el hospital alterando su dinámica nuclear y comunitaria. Las madres, además de ser esposas tienen otros pequeños, a quienes dejaron de lado por permanecer con el hijo enfermo.
El proyecto se fundamenta en mejorar la calidad de vida de todos los integrantes de la familia incluido el paciente, con la misma calidad de atención brindada en el hospital, convirtiéndose en un modelo innovador y único a nivel del Ministerio de Salud, respecto a la población pediátrica.
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Cabe resaltar que la externalización, además, permite generar un mayor dinamismo en cuanto a la oferta de camas hospitalarias.
“La cantidad de pacientes crónicos y postrados neurológicos se está incrementando progresivamente, disminuyendo la oferta para pacientes agudos”, puntualizó. Ahora, Darla y Oliver se encuentran en compañía de su familia mejorando así su calidad de vida.