Salud en Casa.- Las hepatitis son un grupo de enfermedades caracterizadas por producir inflamación del hígado. Cuando esta inflamación ha aparecido recientemente, hablamos de hepatitis aguda y a los procesos que duran más de seis meses les llamamos hepatitis crónicas. Estas últimas pueden originar problemas serios de salud incluyendo la cirrosis (estado avanzado de fibrosis), falla hepática y cáncer de hígado, debido a la formación de cicatrices, las cuales no permiten que el hígado funcione correctamente.
Las causas más comunes de los diferentes tipos de hepatitis son:
Los síntomas varían dependiendo de la severidad, tipo y agudeza del cuadro, la hepatitis puede ser asintomática, como también puede asociarse a mucha sintomatología, que incluyen cansancio, fatiga, malestar general, fiebre, dolor abdominal, dolor corporal/muscular, coluria (orina oscura), ictericia (piel y mucosas amarillas) y acolia (heces claras).
El tratamiento y la prevención van a depender de la causa de la misma. Por ejemplo, la mayoría de los casos de hepatitis virales agudas solo requieren controlar los síntomas. De lo contrario, las que son virales crónicas usualmente sí requieren un tratamiento específico. En el caso de la Hepatitis C, ya existe un tratamiento curativo y para la de tipo A y B, existen vacunas preventivas.
Para el manejo del hígado graso, en un inicio consiste en cambios en el estilo de vida (alimentación saludable, aumento de la actividad física y lograr un peso adecuado para la talla). Para el causado por toxinas, además de los cuidados anteriores, lo principal es eliminar el consumo de alcohol por completo. Además es importante no automedicarse y discutir con su médico tratante cualquier tipo de suplemento o hierba que desee consumir
Finalmente, es importante realizar anualmente un chequeo general para detectar cualquier problema de salud o factor de riesgo asociado a esta enfermedad y poder tomar las medidas necesarias a tiempo. Asimismo, debemos optar por la vacunación preventiva.