Salud en Casa.- Hoy en día, las empresas dependen directamente del talento de sus equipos de trabajo, pero esto no es suficiente para garantizar el éxito de ellas. Se ha comprobado que las mejores capacidades de los colaboradores solo pueden florecer en un ambiente seguro, de respeto y libre de temores; sin embargo, los entornos de trabajo psicológicamente seguros son poco frecuentes.
En esa línea, la Consultora Dench realizó un estudio a 300 profesionales del sector privado peruano para conocer sus opiniones sobre su ambiente laboral y encontró que el 55% de colaboradores afirma sentir temor de fallar o cometer un error en su centro laboral.
“La cultura empresarial tiene que entender el individualismo de los trabajadores y su capacidad de poseer pensamiento crítico y propio, lo que implica dejarlos tomar decisiones y asumir la responsabilidad de que se equivoquen. Con un ambiente psicológicamente seguro no solo gana el colaborador, al sentirse en confianza y respaldado, sino también la empresa (productivamente hablando), ya que al dar soporte a los empleados cuando se equivocan hace más fácil que se atrevan a intentar cosas nuevas, ofrecer soluciones distintas y pensar fuera de la caja”, resaltó Rocío Arbulú, socia de Cultura y Comunicación de la Consultora Dench.
Otro de los datos que comparte la Consultora es que solo el 31% de trabajadores se siente en un ambiente de confianza. Y, contrario a ellos, el 8% admite sentir vergüenza al querer compartir una nueva idea, y el 6% restante suele sentir temor al tener una duda o querer realizar una pregunta.
Dench también afirma que las razones de sentir miedo o vergüenza en el trabajo se deben a múltiples factores, siendo el principal el de tener a un jefe castigador y autoritario. Frases como: “si no llegamos a la meta este mes tendremos que hacer recorte de personal”, “cualquier error que cometan será tomado en cuenta en su evaluación”, “un error más y despídete de esta empresa” o “aquí se hacen las cosas como yo lo digo”, son las más comunes de escuchar en este tipo de empresas.
Es fundamental que las organizaciones tengan la capacidad de prever y solucionar estas situaciones de la mano de líderes con habilidades específicas, que puedan crear un entorno laboral más seguro y de mayor rendimiento. “El primero en guiar con el ejemplo debe ser el líder. Las organizaciones necesitan que sus jefes promuevan un liderazgo valiente; fomenten entornos de aprendizaje, de equivocación y de superación; brinden herramientas que conviertan a la organización ‘aprendedora’; motiven desde y con sus propias experiencias; y gestionen el miedo e inseguridad de manera individual para que no se proyecte en los demás”, finalizó Arbulu.