Salud en Casa.- El cáncer de pulmón tiene una alta carga de mortalidad y es la principal causa de muerte por cáncer en todo el mundo. En 2020, el cáncer de pulmón fue la causa más común de muerte por cáncer, con 1.8 millones de muertes en todo el mundo representando casi 1 de cada 5 muertes relacionadas con el cáncer (OMS, 2020). En el Perú, “el cáncer de pulmón es la quinta causa de cáncer más frecuente, pero representa la segunda causa de muerte por cáncer, solo superado por el cáncer de estómago, y en algunos departamentos como en Arequipa, es la primera causa de muerte por cáncer” explica el Dr. Luis Mas, médico oncólogo del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) y AUNA.
Los factores ambientales como el tabaquismo, la exposición al humo de leña o el asbesto pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Por lo tanto, no necesariamente los pacientes con cáncer de pulmón tienen antecedentes de tabaquismo, como quedó demostrado en la investigación local publicada en el año 2020 en la revista Journal of Thoracic Oncology, donde se evidenció que solo el 25% de los pacientes con cáncer de pulmón del Perú tenían un antecedente de tabaquismo.
El cáncer de pulmón se clasifica principalmente en dos tipos: Cáncer Pulmonar de Células Pequeñas (CPCP) y Cáncer de Pulmón de Células No Pequeñas (CPCNP). Este último es el más común en el Perú, pues representa el 94% de los casos según datos de la mencionada publicación. Un estudio del INEN, demostró que en el Perú más del 85% de los pacientes son diagnosticados en etapa avanzada, lo cual hace más complejo su manejo con un impacto directo en el pronóstico de vida de los pacientes. “En cuanto al cáncer de pulmón de células no pequeñas, existe un subtipo llamado adenocarcinoma que representa poco más del 70% de los casos” destaca el Dr. Mas.
Una característica del adenocarcinoma pulmonar es que en más de la mitad de los casos existe un componente molecular llamado biomarcador, el cual es identificable con el uso de pruebas de laboratorio, y cuya identificación es útil para que los médicos puedan seleccionar el tratamiento que tenga más probabilidad de ayudar al paciente según el concepto genético de su enfermedad. De todos estos biomarcadores, los dos más comunes y que cuentan con terapias farmacológicas aprobadas en el país son: el receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) y la quinasa del linfoma anaplásico (ALK). Cuando los pacientes con un adenocarcinoma pulmonar tienen un biomarcador identificado y son tratados con terapias dirigidas, tienen mejores resultados de supervivencia.
Frente a este escenario, existe una nueva alternativa terapéutica en el Perú para los pacientes con CPCNP positivo para ALK. En este sentido, la Dra. Carmen Pupareli del Instituto Fleming de Buenos Aires, especialista en oncología médica, comenta que “Lorlatinib ha demostrado disminuir el crecimiento de los tumores, reducir o retrasar la progresión de este tipo de cáncer a otras partes del cuerpo, y ser efectivo en seguir tratando al paciente una vez que ha aparecido una mutación de resistencia a un tratamiento previo con otra terapia dirigida”. Perú se convierte así, en el tercer país de Latinoamérica en contar con esta nueva alternativa terapéutica, lo cual representa un importante hito en el tratamiento del cáncer de pulmón ALK positivo, donde el oportuno acceso de la población a esta alternativa terapéutica es una positiva noticia para toda la comunidad oncológica nacional.