Salud en Casa.- La meningitis por meningococo es una infección devastadora que afecta las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal, la cual puede ocasionar la muerte en solo 24 horas, si no recibe la atención médica oportuna y adecuada. Si bien tiene una prevalencia muy baja, se caracteriza por ser de evolución impredecible, y afecta a personas de todos los estratos socioeconómicos, edades y lugar de origen.
Según la Organización Mundial de la Salud, hasta un 25% de adolescentes y un 10% de personas en general portan la bacteria en su nariz y garganta sin desarrollar la enfermedadi Sin embargo, la Dra. Olguita del Águila médico especialista en infectología pediátrica de la Sociedad Peruana de Pediatría, señaló que “aunque ellos no se enfermen, sí pueden ser fuente de contagio para otras personas más vulnerables, como los niños menores de 5 años, adultos mayores y pacientes con enfermedades crónicas o inmunosuprimidos”.
Es importante tener en cuenta que el único portador y transmisor de la bacteria del meningococo es el ser humano y se transmite a través de las gotitas de saliva que se producen al toser y estornudar. Así como mediante el contacto directo con las secreciones de la boca y nariz de una persona infectada.
Asimismo, la especialista agregó que la clave para evitar el contagio y propagación de esta enfermedad es la vacunación, especialmente de adolescentes, pues constituye la población que registra el mayor índice de portadores de la bacteria. “Lamentablemente, a pesar de que tienen un alto potencial de transmitir el meningococo, este grupo poblacional tiene una baja tasa de inmunización, principalmente por la creencia extendida de que las vacunas son exclusivamente para los niños menores de 5 años”.
Asimismo, la experta señala que esta creencia es totalmente infundada; ya que incluso hay otras vacunas que se recomiendan a jóvenes y adultos, como la de influenza, la del virus del papiloma humano y el refuerzo de tos ferina. También añadió que en el caso puntual de los adolescentes que no fueron inmunizados contra la meningitis y deseen vacunarse, pueden recibir una dosis de la vacuna más un refuerzo después de cinco años.
La OMS reconoce como señales de alerta clásicos de meningitis la fiebre elevada, cefalea (o dolor de cabeza intenso), vómitos, rigidez de nuca, fotosensibilidad y confusión, y señala que el diagnóstico se establece a partir de la exploración física, seguida de una punción lumbar y otros exámenes de sangre.
Ante la presencia de estos síntomas, la recomendación de la experta es acudir inmediatamente al centro de salud más cercano, para recibir atención médica oportuna. “En esta enfermedad, particularmente, el tiempo es crucial; de forma que debe actuarse con inmediatez”, expresó.