Salud en Casa.- Según han demostrado diversos estudios, la boca no es un sistema aislado dentro del conjunto del cuerpo humano, sino que hay una relación entre las patologías periodontales y diversas enfermedades como las cardiovasculares, la diabetes o hasta los efectos adversos durante el embarazo. De hecho, la boca se considera una de las principales vías de entrada de distintos microorganismos que pueden multiplicarse y producir infecciones in situ y a nivel sistémico.
En este sentido, el Prof. Dr. Mariano Sanz, investigador y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, explica que “los pacientes con signos claros de periodontitis tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones si se contagian por el virus SARS-CoV-2. En particular, tienen 9 veces más riesgo de muerte, 3,5 veces más de precisar atención en la UCI y 4,5 veces más de necesitar respiración artificial.” Y, para entender esta relación entre patologías, añade que “se ha puesto foco en la inflamación sistémica que presentan los pacientes con periodontitis severa, que se debe a una inflamación local en la cavidad bucal, capaz de extenderse a través del flujo vascular desencadenando en una inflamación general del cuerpo”.
Por su parte, el Prof. Dr. Adolfo Contreras, profesor de periodoncia en la Universidad del Valle (Colombia), microbiólogo y doctor en biología craneofacial destaca que “el virus entra por la boca y muy probablemente infecta los epitelios nasofaríngeos en donde hace un primer ciclo de replicación. Es por ello que la salud bucal es sumamente importante”.
Por esta razón, es tan importante prestar especial atención a la salud bucal, y más en el marco de la pandemia. El virus se transmite principalmente por las gotículas que contienen el SARS-CoV-2, el patógeno que está produciendo la COVID-19, provenientes de las vías respiratorias superiores, que se expulsan cuando una persona infectada tose, estornuda, exhala, habla, etc. Por ello, la boca se considera una puerta de entrada y salida del virus y en sí misma un foco de alto riesgo para el desarrollo de la enfermedad por Coronavirus.
En esta línea, se podría equiparar la importancia de lavarse las manos a la de tener una buena higiene bucal como medida preventiva: la reducción de la carga viral en la boca podría ayudar a reducir la gravedad de determinadas enfermedades infecciosas y sobre todo a disminuir el riesgo de transmisión a personas sanas.
Tal y como apunta el Prof. Dr. David Herrera, profesor titular de Periodoncia en la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid y co-director del Grupo de Investigación ETEP (Etiología y Terapéutica de las Enfermedades Periodontales y Periimplantarias) de la misma universidad, “la boca es una de las puertas de entrada del SARS-CoV-2 en nuestro cuerpo y, sin duda, la ruta de transmisión más relevante. Por ello, mantener la salud y los cuidados bucodentales adecuados en tiempos de pandemia puede ayudar a reducir la transmisión del virus, e incluso la severidad de la enfermedad en las personas que han sido infectadas, por ejemplo, mediante el uso de colutorios con actividad viricida”.
Los colutorios juegan un papel fundamental en la higiene bucal porque llegan a todas las partes de la cavidad bucal y aportan diferentes beneficios según su composición: si contienen antisépticos ayudan a controlar la placa bacteriana y otros microorganismos, así como a reducir los patógenos bucales.
Así, el Cloruro de Cetilpiridinio (CPC), un antiséptico presente en algunos colutorios ha demostrado en estudios in vitro tener capacidad de degradación de virus con envuelta lipídica.
Según el Dr. Dieter Hoffmann, virólogo y director de laboratorio en la Universidad Técnica de Múnich (Technische Universität München), “La infectividad del SARS-CoV-2 se origina principalmente en la nariz, la boca y la garganta. Es por eso que los enjuagues bucales definitivamente pueden tener un impacto en la carga viral y la infectividad. En concreto, el ingrediente CPC parece ser activo contra el SARS-CoV- 2. Por lo tanto, hacer gárgaras intensamente, reduce la carga viral.
Los resultados de un estudio realizado por personal investigador de IrsiCaixa, afirman que el CPC es capaz de reducir unas 1.000 veces la capacidad de infección y transmisión del SARS-CoV-2 en estudios llevados a cabo en células en el laboratorio.
“Los resultados son fruto de estudios preclínicos y ahora se ha empezado con personas infectadas para medir la cantidad de carga viral en unas horas, y a partir de aquí seguiremos avanzando. Pero no cabe duda de que, al menos en el laboratorio, el CPC tiene un gran potencial para frenar la infección”, afirma el Dr. Bonaventura Clotet, director de IrsiCaixa.