Agencia Andina.-Comunicar los beneficios de las vacunas, pero también los efectos secundarios que pueden tener en la salud cuando se aplican generará confianza en la población, evitará que sean rechazadas y aumentará sus coberturas, manifestó el destacado médico Elmer Huerta.
El oncólogo refirió que los medios de comunicación cumplen un rol importante, en ese sentido, pues a través del diseño de campañas constantes y el uso de un lenguaje sencillo pueden presentar un claro balance entre los beneficios y los riesgos de ese medicamento.
“Hay que saber explicarle al público que las vacunas, como cualquier otro medicamento, tienen efectos secundarios en la salud”, comentó durante el curso Importancia de los Medios de Comunicación en la Vacunación.
Los casos de personas que sufrieron un efecto negativo se magnifican por desinformación, y si se comunica lo positivo y lo negativo ayudará a la gente a comprender que las vacunas son un instrumento maravilloso de prevención, agregó.
El desbalance de los mensajes son una oportunidad que los movimientos antivacunas aprovechan para difundir información contra las vacunas. Estas organizaciones las integran personas con educación y dinero que valoran solo lo natural.
“Creen que la mejor inmunización para sus hijos contra el sarampión, por ejemplo, es la misma enfermedad porque así quedarán protegidos de por vida. No se les ocurre pensar en las poblaciones pobres que tienen otras condiciones de vida”, indicó.
Anti vacunas
En la reunión que organizó la Universidad Cayetano Heredia y el Instituto de Medicina Tropical Alexander Von Humboldt, por su 50 aniversario, también participó Roberto Tapia-Conyer, médico del Instituto Carlos Slim de la Salud de México.
El especialista recordó que en Estados Unidos apareció el sarampión a causa de los grupos anti vacunas que impidieron que, solo en Texas, 50 a 100 mil niños no fueran inmunizados.
“Las vacunas son la forma más costo efectiva, junto con el lavado de manos, de prevenir enfermedades. En el mundo se previenen alrededor de tres millones de muertes al año gracias a ellas”, enfatizó.
Le pareció una ironía que mientras cientos de millones de personas luchan por conseguir una vacuna, pues viven en comunidades alejadas y caminan hasta días para conseguir una, existen otras poblaciones que tienen las vacunas a la mano, recursos para adquirirlas y las rechazan por desconocimiento.