Salud en Casa.- Este 27 de junio se conmemora el Día Internacional de la Sordoceguera, discapacidad que acopla tanto las deficiencias auditivas como visuales. Según indican los últimos informes del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el Perú existen 600 mil personas con discapacidad visual, de las cuales 440 mil tienen alguna enfermedad relacionada a la ceguera.
En la población mayor de 50 años, las principales causas de ceguera en el Perú son: catarata (58%), glaucoma (13.7%) y errores refractivos no corregidos (5.3%)1. La catarata es un proceso natural de envejecimiento del cristalino (estructura transparente en el ojo que permite enfocar correctamente los objetos situados a distintas distancias), que con el pasar de los años pierde su transparencia. En el caso del glaucoma, esta es una enfermedad que generalmente se produce cuando se altera el drenaje del líquido intraocular, aumentando la presión y dañando el nervio óptico.
Para el doctor Juan Carlos Corbera, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión, la problemática principal radica en la desinformación que existe en torno y la poca prevención en relación con las enfermedades visuales. “La mayoría de los casos de pérdida de visión se pueden prevenir con una consulta anual. Un examen oftalmológico completo nos ayudará a diagnosticar patologías que pueden evolucionar sin síntoma alguno. Por ello, es imprescindible educar y concientizar a la población y así, evitar diagnósticos tardíos que generen la pérdida total de la visión”, indicó el especialista.
La catarata, solo se puede tratar con cirugía. Durante este procedimiento poco invasivo, el médico realiza una incisión de 2mm, y con la ayuda de un instrumento que produce ondas sonoras, procede a disolver la catarata extrayéndola por aspiración. Es importante mencionar que, en esta misma operación, se implanta un lente intraocular permitiendo tratar otros problemas visuales como la hipermetropía, el astigmatismo, la miopía y la presbicia.
Finalmente, se aplican gotas antiinflamatorias y antibióticos por un periodo corto. La duración de la cirugía es de menos de 12 minutos en la mayoría de los casos. Es recomendable, realizar la operación cuando los primeros síntomas se manifiestan para evitar posibles inconvenientes.
En el caso del tratamiento para el glaucoma, dependerá de la etapa en la que se esté desarrollando. Si el paciente se encuentra en una fase de leve a moderada, lo más común es disminuir la presión intraocular mediante el uso de gotas. Por el contrario, si se diagnostica en una fase avanzada, existe un tratamiento mediante una técnica denominada trabeculoplastía selectiva con láser, procedimiento que dura aproximadamente cinco minutos y reduce la presión intraocular en más del 25%. Este procedimiento permite modificar la malla trabecular, que es el tejido poroso ubicado entre la córnea y el iris, aumetando el flujo de salida del humor acuoso y, de este modo, disminuyendo la presión intraocular.
Es importante señalar que, al pasar los años, su aplicación en pacientes ha ido aumentando gracias a los buenos resultados obtenidos, al tratarse de un tipo de láser menos agresivo y más seguro.