Salud en Casa.- De acuerdo a cifras de la Organización Panamericana de la Salud, en Latinoamérica hay 34 millones de personas con discapacidad permanente y 140 millones con discapacidad temporal a causa de enfermedades reumáticas; solo en Perú, cada año se detectan 100 casos nuevos de artritis reumatoide, según fuentes del Ministerio de Salud (Minsa).
En este contexto, el reumatólogo Carlos Glave Testino expresa su preocupación por una eventual segunda ola de COVID-19 que podría deteriorar aún más la salud de los pacientes crónicos con enfermedades reumatológicas, como la artritis reumatoide o el lupus, que han visto sus tratamientos interrumpidos a causa del aislamiento social obligatorio de meses atrás.
Si bien no existen cifras oficiales del impacto que ha tenido el COVID-19 en la continuidad de los tratamientos de las personas con enfermedades reumáticas, las dificultades para realizarse evaluaciones presenciales y controles periódicos han producido diversas complicaciones por dejar de recibir medicación o eventos adversos por falta de control. Por ejemplo, el uso del metrotexato (usado en la artritis reumatoide) requiere de controles de pruebas hepáticas periódicas, los cuales se vieron interrumpidos durante el período de la cuarentena.
En esa línea, el especialista hace hincapié en el desabastecimiento de medicamentos como la hidroxicloroquina, utilizada para reducir la inflamación en el tratamiento de la artritis reumatoide, y el tociluzimab, como tratamiento biológico usado en pacientes con artritis reumatoide refractaria, debido a que se han venido empleando en el tratamiento del COVID- 19. No obstante, una reciente declaración de la OMS ha revelado que la hidroxicloroquina no produce efectos clínicos beneficiosos en combatir la enfermedad viral; por otro lado, el tociluzimab tampoco ha demostrado eficacia ni seguridad en los estudios clínicos realizados en otras latitudes, y según datos de los reportes de médicos peruanos (IETSI).
“En junio pasado, el médico infectólogo Eduardo Gotuzzo, del comité de expertos del COVID-19 del Minsa, indicó que el uso de la hidroxicloroquina e ivermectina en fases tempranas de la enfermedad podría traer buenos resultados, sin embargo, al igual que ha sucedido con la aplicación del tocilizumab para el tratamiento del COVID-19, su eficacia es muy debatida a la fecha”, recalca Glave Testino.
Al respecto, el especialista invoca a las autoridades del Estado y del sector salud a garantizar la administración de medicamentos a los pacientes con este grupo de enfermedades autoinmunes en los servicios públicos de salud, y evitar la especulación de la red de farmacias privadas y clínicas particulares.
Con respecto a la vacunación contra el COVID-19, el especialista indica que, muy al contrario de lo que la población opina sobre que los pacientes con enfermedades reumatológicas no deberían vacunarse, especialmente aquellos que emplean inmunosupresores que reducen la actividad del sistema inmunológico, es vital que este grupo humano se vacune contra la influenza, el neumococo, y a corto plazo contra el COVID-19, una vez que se haya aprobado el plan de vacunación nacional.
“La Sociedad Española de Reumatología (SER) ha destacado la importancia de que todos los pacientes con enfermedades reumáticas deben recibir, salvo algunos casos muy excepcionales de contraindicaciones, las vacunas contra el COVID-19 que próximamente estarán disponibles en ese país”, explica. “En ese sentido, una omisión muy frecuente que se tiene en el manejo de las enfermedades crónicas, así como también en la población adulta en general, es el descuido que tenemos sobre las vacunas recomendadas en estos grupos etario, y esta debe ser una lección aprendida de esta pandemia”, concluye.
Finalmente, el doctor Glave Testino brinda tres consejos saludables para pacientes reumáticos que, ante una posible segunda ola de COVID-19 en el país, han decidido confinarse en sus hogares:
1. No interrumpir la toma de medicamentos, seguir la indicación médica del caso, y consultar sobre eventos adversos con su médico tratante.
2. Mantener actividad física regular y de acuerdo a la condición de su enfermedad de fondo, al mismo tiempo de priorizar una alimentación saludable.
3. Manejar con su entorno familiar y social una relación de confianza y manejo del estrés.
Para mayor información sobre la problemática, contactar con el reumatólogo y especialista Carlos Glave Testino: [email protected] - 998183970