La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) inició ayer en Jamaica su Conferencia Regional para América Latina y el Caribe.
Allí se informó que el Perú es el tercer país de la región con más casos de sobrepeso y obesidad, solo detrás de México y Chile.
Según cifras del Ministerio de Salud , el 53,8% de peruanos de 15 años a más tiene un exceso de peso. De ese total, el 18,3% es obeso. Lima Metropolitana concentra casi al 40% de la población con exceso de peso: un total de 4.794.619 afectados.
El sobrepeso se da por dos razones principales: la falta de actividad física y el consumo excesivo de comida chatarra, ultra procesada, rica en azúcar, sal y grasas saturadas.
“En la última década, el Perú aumentó en 265% el consumo de comida rápida. Esta velocidad de aumento es la más alta de la región. Eso es lo preocupante”, afirma Lena Arias, especialista en Nutrición y Seguridad Alimentaria del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP).
Estos males son también cada vez más comunes entre los niños. La obesidad infantil, medida en niños de 5 a 9 años, llega a un alarmante 19,3%.
Además, se estima que en el 80% de casos, si un niño es obeso, lo seguirá siendo cuando llegue a la adultez. “Apenas dos de cada diez niños realizan actividad física cinco veces a la semana. Esto no solo es un tema de salud personal, también es un problema para el Estado y la salud pública”, advierte Arias.
Quienes tienen sobrepeso pueden padecer enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y males cardiacos a edades cada vez más tempranas.
“Normalmente estas enfermedades aparecen pasados los 40 años. Sin embargo, en este momento, encontramos gente que las desarrolla antes de los 30 años. Esto es producto de los malos hábitos alimenticios durante la infancia y adolescencia”, asegura Arias.
La discusión de este tema se da en pleno debate de la ley de etiquetado nutricional para los productos procesados.
“La mejor manera de revertir esta situación es cambiar los hábitos alimenticios. Para ello, las personas necesitan información clara”, afirma.
La especialista consultada, al igual que el Ministerio de Salud, se mostró en contra del semáforo nutricional que promueve el Congreso, al que considera “confuso”, y a favor de las advertencias octogonales.
“Reduzcamos el consumo de azúcares, grasas saturadas, frituras y harinas procesadas. Examinemos mejor los productos que se venden en supermercado y tratemos de elegir los productos más sanos y naturales”, aconseja.