Salud en Casa.- La prevalencia de depresión en la población mundial se estima que bordea un 9,5%, porcentaje que se ve incrementado cuando se analiza al asociarse con otras patologías, especialmente aquellas de curso crónico. Según la OMS, la depresión afecta a unos 350 millones de personas, siendo considerada como la principal causa de discapacidad a nivel mundial. Uno de cada diez adultos sufre de depresión y afecta al doble de mujeres en relación con los hombres. Sin embargo, debido a la percepción que se tiene de este trastorno, muchos de los afectados no reconocen su enfermedad y por ello no buscan tratamiento.
Durante la pandemia por el COVID-19, la población viene presentando cuadros de estrés por la experiencia de vivir en confinamiento social, la disminución de ingresos, la sobre exposición a noticias negativas, el miedo a sufrir la infección, entre otros. Por estas razones, se puede sentir temor, frustración, preocupación, soledad, ansiedad y depresión.
El Dr. Antonio Lozano Vargas, médico psiquiatra y psicoterapeuta de la Clínica Anglo Americana, nos explica que, si la depresión de una persona no es tratada de la manera correcta, puede convertirse en un problema muy serio de salud, por lo que siempre se alienta a las personas con síntomas depresivos a que pasen por una evaluación médica para iniciar un tratamiento temprano y evitar problemas mayores como el suicidio.
En el marco del Día Mundial de Prevención del Suicidio, se describe que el suicidio es una de las tres principales causas de muerte entre los individuos de entre 15 y 34 años y la primera causa de muerte violenta. Padecer de un trastorno mental como la depresión es el primer factor de riesgo de suicidio, especialmente entre jóvenes y adultos. La OMS estima que para el año 2020, basándose en la tendencia actual, aproximadamente 1,53 millones de personas morirán por suicidio.
Esto representa un promedio de una muerte cada 20 segundos y un intento cada 1-2 segundos si tenemos en cuenta que, por cada suicidio cometido con éxito, se llevan a cabo otros 20 que no fructifican pero que terminan con graves lesiones, hospitalizaciones y graves secuelas emocionales, tanto para el paciente como para su familia.
Por ello, el Dr. Lozano indica que además de un tratamiento médico, es importante que las personas con síntomas depresivos tengan a personas cercanas con quien hablar y compartir sus sentimientos. Por eso, es importante saber cómo interactuar y cómo comunicarse con ellas para influir de manera positiva, brindarles apoyo y estar alerta ante la posibilidad de que la persona tenga un fácil acceso a diversos métodos para hacerse daño.
A continuación, el especialista nos brinda los siguientes consejos para manejar los casos de riesgo de tentativa suicida o de autoagresión:
1. Buscar ayuda profesional: Lo primero que hay que hacer es sugerir, de una manera tranquila, la ayuda de un profesional especializado en salud mental ya que la depresión es una enfermedad que tiene tratamiento pero que puede llegar a ser grave. Esto se puede realizar mediante un diálogo afectivo, con mucho tacto y sutileza, para no alterar a la persona. Si conoces a una persona que sufre depresión no bajes la guardia, tienes que mantenerte alerta y buscar ayuda de un profesional.
2. Evitar los consejos genéricos: Lo que podría funcionar en las personas que se sienten tristes por un suceso de la vida cotidiana podría resultar contraproducente en las personas síntomas depresivos. Se recomienda evitar brindar consejos para que se sienta mejor, para que ponga de su parte, para que sepa lo que tiene, para que se dedique a sus responsabilidades, para que participe en reuniones sociales, etc. La depresión es una enfermedad que disminuye la energía y se pierde el control de la voluntad. Esos mensajes sólo harán que la persona se sienta peor, con ideas de minusvalía y baja autoestima. Lo más recomendable es ser empático, ser comprensivo, brindar compañía y estar disponible a sus necesidades.
3. Respetar el silencio: Es importante no presionar a las personas con síntomas depresivos a que se comuniquen, esto puede generar una mayor tensión y la persona podría sentirse incomprendida. Cuando ellos estén listos se comunicarán contigo sin ninguna presión de por medio. Estas personas necesitan su espacio personal para descansar, recuperarse y poder identificar el conjunto de emociones que lo invaden para poder comunicarlos.
4. Reforzar sus puntos positivos: Las personas con depresión tienden a sentir una baja autoestima lo que no les permite admitir los progresos y a enfocarse en las deficiencias. Es por eso que es importante que su círculo social cercano le mencione aspectos positivos como sus habilidades, capacidades, logros y buenos deseos.
5. Cuidar la propia salud emocional: Por último, la persona que cuida de un paciente con depresión también puede sentirse afectado emocionalmente. Por ello, es importante que el cuidador pueda superar el desgaste emocional debido al impacto psicológico y tampoco asumir los estados de ánimo de la otra persona.
Si conoces a una persona que tiene depresión y crees que puede poner su vida en riesgo comunícate con un especialista en salud mental, con la línea 113 desde un teléfono o acudir a los Centros de Salud Mental Comunitarios del MINSA. También existen asociaciones como la fundación Sentido - Centro Peruano de Suicidología y Prevención del Suicidio, especializada en prevenir suicidios y en apoyar a familiares.