Salud en Casa.- Los buenos hábitos de alimentación no deben ser vistos como un sacrificio, sino, por el contrario, se debe tomar conciencia de su importancia para la salud, pues permite que el sistema inmunológico de las personas esté mejor preparado para hacer frente a una serie de enfermedades, entre ellas el COVID-19. Así lo afirmó la directora de la Carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicas (UPC), Claudia Ontaneda, quien indicó que el desbalance alimenticio, sumado a la falta de actividad física, tiende a provocar sobrepeso y, en el peor de los casos, obesidad.
“Entendamos una cosa: nosotros consumimos alimentos para generar energía, para que nuestro cuerpo funcione y para gastarla en actividades externas. Si nosotros damos más energía de la que realmente está gastando nuestro cuerpo, el resultado siempre va a ser en negativo y siempre va a significar la generación de reservas, pero a costa de reservas de grasas. Entonces, hay que buscar un balance”, refirió.
De acuerdo a un reciente informe del Ministerio de Salud (Minsa), el 85.5% de los pacientes fallecidos por coronavirus en el Perú en lo que va de la pandemia padecía de obesidad. En tal sentido, la especialista afirmó que sí existe una relación entre el sobrepeso y la obesidad con el COVID-19. “El sobrepeso y la obesidad son un estado crónico de inflamación. Y si a esto le sumamos una inflamación adicional, que en este caso específico puede ser por el coronavirus, lo más probable es que nuestro cuerpo y nuestro sistema inmunológico no sean lo suficientemente fuertes para poder resistirlo. Entonces, está muy relacionado a factores proinflamatorios”, manifestó.
Pero, ¿qué hábitos requieren generar los peruanos para mejorar su alimentación? La nutricionista dijo que, en primer lugar, se debe tomar conciencia de la importancia que tiene la buena alimentación para la salud, y no considerarla un sacrificio. En segundo lugar, se debe buscar la ayuda de un especialista y empezar a regular la alimentación en casa. Esto -dijo- básicamente es cuidar las porciones de alimentos y qué tipo de alimentos se están eligiendo.
Detalló que, según una recomendación general, las porciones correctas de alimentos en un plato deberían ser: mitad de plato, verduras y frutas; un cuarto de plato, granos (carbohidratos); y un cuarto de plato, proteína de origen vegetal o animal; siempre acompañado de un vaso con agua. Indicó que los platos donde nos servimos esos alimentos no deben exceder los 21 centímetros de diámetro.
La especialista, además, consideró necesario que el cambio de hábitos alimenticios sea un objetivo familiar, y que no solo sea la meta de una persona. “Debe haber un consenso con la familia para que todos sus miembros reaprendan a comer saludablemente y nos acompañemos en ese proceso”, señaló.