Aprende a actuar frente a una crisis de epilepsia
8 Agosto, 2020
Salud en Casa.- De pronto, alguien cae al suelo, se torna inconsciente, su cuerpo se pone rígido y sacude la cabeza, brazos y piernas. Sin saber, estamos apreciando a una persona que está sufriendo una crisis de epilepsia, ¿sabe qué hacer si se encuentra en esa situación? Nuestro sentido común nos hará tomar el teléfono y de inmediato llamar a una ambulancia pero ¿qué hacer mientras tanto?
Si usted presencia una crisis lo primero que debe recordar es que no debe tocar a la persona ni intentar moverla, pues esto podría prolongar el ataque. Lo que si debes hacer es colocar algo blando debajo de la cabeza de la persona, para evitar que se golpee.
Si las convulsiones duran más de cinco minutos, se debe esperar la presencia de un paramédico pues posiblemente se encuentre atravesando una segunda crisis, del mismo modo, si no recupera el conocimiento unos minutos después de haber terminado el ataque. ¿Y qué hacer cuando recupere el conocimiento? Tranquilizarlo y preguntarle si recuerda lo sucedido. Ayúdelo a ponerse de pie y ubíquelo en un lugar seguro mientras termina de recuperarse.
En algunos casos, luego de la crisis, hay quienes se recuperan enseguida y pueden continuar con lo que estaban haciendo –otros no- y se encuentran somnolientos y confundidos. Sin embargo, no todos experimentan falta de conciencia, así como tampoco sufren desmayos ni convulsiones.
La epilepsia se debe a anormalidades en la actividad eléctrica del cerebro, este órgano no tiene la capacidad de frenar o inhibir los impulsos eléctricos entre neuronas y el ataque epiléptico en sí, se presenta cuando existe una descarga excesiva.
No sabemos en qué momento ni condiciones una persona pueda sufrir un ataque pero es necesario conocer de qué manera accionar para beneficio de quien lo padece. Estos son los primeros auxilios que debemos prestar:
1. Colocar algún elemento blando debajo de la cabeza de la persona afectada.
2. Desajustar su ropa (corbata, camisa)
3. Introducir un objeto blando en su boca, para evitar que se muerda.
4. Después del ataque, colocarlo de costado y cerciorarse que respira.
