Salud en Casa.- El pie diabético es una de las complicaciones más frecuentes en las personas con diabetes y aunque se inicia con una pequeña úlcera puede terminar con una amputación de la pierna si no es tratado.
En la mayoría de los casos esto ocurre por el incumplimiento del tratamiento médico prescrito, lo que deriva en un mal control de la enfermedad.
“Al dañarse los nervios que permiten sentir dolor, la persona pierde la sensibilidad. Por ello, al sufrir alguna lesión en el pie o caminar sobre algo muy caliente no siente dolor y no se percata de la lesión; por lo que esta úlcera al no ser tratada evoluciona desfavorablemente”, explica la doctora Yudith Quispe Landeo, presidenta de Alianza para el Salvataje del Pie Diabético Perú.
Por lo general, la lesión inicial del pie diabético es la aparición de un callo (endurecimiento y resequedad de la piel) y al ser retirado el llamado “pellejito” del pie se origina una úlcera; dependiendo del tipo de circulación sanguínea del paciente, esta puede causar una fuerte infección, que puede llegar a septicemia.
Es fundamental tener en cuenta que los pacientes con diabetes no presentan fiebre y dolor en la gran mayoría de los casos, que son los síntomas de alarma.
Tome precauciones
-Evalúese los pies con un espejo, todos los días, para detectar callos, heridas pequeñas, etcétera.
-Use medias sin elástico para no afectar la circulación de la sangre hacia los pies.
-Córtese las uñas en forma recta, siempre con un podólogo.
-Evite andar descalzo para prevenir lesiones.
-No se acerque a temperaturas elevadas para evitar quemaduras.
-Séquese bien los pies con la toalla.
-Haga actividad física al menos durante media hora y tres veces a la semana.
-Utilice zapatos de punta redonda con taco de 3 o 4 centímetros.