Diario Correo.- Ante la modificación sorpresiva de la Resolución Ministerial N° 239 – 2020 del Ministerio de Salud por la R.M. N° 265-2020, donde solo ahora se consideran a los trabajadores obesos mórbidos como grupo de riesgo para el COVID-19, el Colegio de Nutricionistas del Perú, denunció que hacer trabajar a la población con obesidad en esta pandemia por el coronavirus “es un suicidio laboral”.
El decano del Colegio de Nutricionistas del Perú, Lic. Antonio Castillo Carrera, lamentó que el Ministerio de Salud haya realizado el cambio de los Lineamientos para la vigilancia, prevención y control de la salud de los trabajadores con riesgo de exposición a COVID-19, considerando ahora como trabajadores en riesgo quienes tengan un Índice de Masa Corporal (IMC) de 40 a más.
“No se pueden modificar los rangos de IMC de 30 a 40 con fines económicos y en beneficio de la industria, ya que a partir de la fecha el impedimento para regresar al centro laboral solo es para trabajadores con IMC mayor a 40, es decir solo obesos mórbidos”, aseveró.
“Los profesionales en nutrición sabemos que a partir de un IMC 30 se considera a la persona con un problema de obesidad, que ya por sí tiene el cuerpo inflamado y desarrolla hipertensión, diabetes, problemas de colesterol y triglicéridos, entre otros factores que ponen en riesgo su salud”, afirmó.
El decano del Colegio de Nutricionistas del Perú recordó que 7 de cada 10 peruanos sufre de exceso de peso (sobrepeso y obesidad), y los que se encuentran en condición de obesos no deben de regresar a trabajar físicamente poniendo en riesgo su vida”.
Antonio Castillo puntualizó que no se puede exponer a la población con estas condiciones de salud porque son los que tienen más complicaciones mortales si se contagian con el COVID-19.
“Hago un llamado al Ministro de Salud, Víctor Zamora, a que convoque a los nutricionistas en el equipo de salud que toma decisiones y elabora los documentos técnicos, y que no solo se deje asesorar por médicos y enfermeras, zapatero a su zapato”.
Finalmente, instó a las empresas para que promuevan medidas para controlar el peso y promover una alimentación saludable, de la mano de un profesional en nutrición, el cual hasta la fecha no es considerado en las Unidades de Salud y Seguridad en el Trabajo, siendo un profesional fundamental para la mejora de la salud y nutrición de los trabajadores.