Salud en Casa.- La Asociación Nacional de Pacientes de Diálisis y Trasplante (ANPADYT Perú) advirtió que el toque de queda, decretado por el Gobierno como medida para enfrentar la pandemia del coronavirus COVID-19, está poniendo en riesgo la salud y la vida de 18 mil pacientes de diálisis o hemodiálisis a nivel nacional, que reciben tratamiento en establecimientos de EsSalud, Ministerio de Salud, Fuerzas Armadas, Policía Nacional, y clínicas privadas.
Ñurka Vigil, Presidenta de ANPADYT Perú, explicó que esta situación se ha agravado con la decisión del Gobierno de extender el toque de queda de 6 PM a 5 AM (y de 4 PM a 5 AM para las regiones del norte del Perú y Loreto), ante lo cual los pacientes de diálisis y hemodiálisis ya no podrán trasladarse a los centros de salud para ser atendidos en turnos de tarde o noche.
“Los tratamientos normalmente se realizan en tres turnos: De 6 AM a 10 AM, de 11:00 AM a 3 PM y de 4:00 PM a 9:00 PM. Con la extensión del toque de queda los pacientes renales ya no podremos acceder al último turno debido a que no tenemos ninguna facilidad para transportarnos”, advirtió.
Lo que ha hecho la ampliación del toque de queda es agravar una situación que ya era complicada desde que se dictó el primer toque de queda, el pasado 18 de marzo. “Cuando se dio el primer toque de queda los centros de diálisis redujeron de cuatro a tres horas el turno por paciente, con la finalidad de seguir brindando los tres turnos diarios. Los pacientes del último turno debíamos quedarnos a dormir en los centros de diálisis debido a la prohibición de circulación, con el consecuente daño en nuestra salud. Ahora ni siquiera podremos atendernos en el último turno”, precisó Vigil.
La representante de los pacientes renales explicó que cada uno de los 18 mil pacientes que existen a nivel nacional requieren tres diálisis semanales, pero el toque de queda está impidiendo los tratamientos.
“Vamos a morir por falta de diálisis antes que por el coronavirus”, expresó.
PETICIÓN URGENTE A AUTORIDADES
Ante esta preocupante situación, la Asociación Nacional de Pacientes de Diálisis y Trasplante (ANPADYT Perú), pide al Presidente de la República, Martín Vizcarra; al Presidente del Consejo de Ministros, Vicente Zeballos; al Ministro de Salud, Víctor Zamora; al Ministro del Interior, Carlos Morán, y al Ministro de Defensa, Walter Martos, tomar en cuenta esta problemática y brindar todas las facilidades de tránsito para que los pacientes puedan acudir a realizarse sus diálisis y hemodiálisis.
“Esperamos que se tomen medias urgentes antes de que empecemos a morir”, concluyó Ñurka Vigil.
SOBRE LA ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA EN EL PERÚ
La enfermedad renal crónica es la pérdida progresiva e irreversible de la función de los riñones. Los riñones enfermos pierden la capacidad de filtrar la sangre ocasionando la retención de productos de desecho en el cuerpo y alteración en el funcionamiento normal del organismo. La enfermedad renal crónica es un problema de salud pública, por ser una afección de alto costo y por tener una elevada tasa de mortalidad y de complicaciones.
En el Perú hay unos tres millones de afectados con diferentes grados de severidad de la enfermedad. Muy pocos de estos pacientes saben que la padecen y, por lo tanto, no toman las medidas necesarias para detener la progresión de la enfermedad, lo cual resultará en el avance de la afección hasta su estadio final. Cuando los riñones dejan de funcionar se requiere de terapia de sustitución renal para mantener a la persona con vida, dicha terapia puede ser diálisis o trasplante renal.
Se estima que unos 30 mil peruanos requieren diálisis, hemodiálisis o transplante, pero actualmente solo están recibiendo tratamiento unos 18 mil. Los otros 12 mil mueren sin ser diagnósticados o sin ser atendidos.