Salud en Casa.- Durante los meses de verano, son muchas las familias que optan por salir con sus menores hijos de paseo a la playa, exponiéndose al sol, al cloro, a la arena y a la sal marina. Sin embargo, no se suele considerar que esto podría tener efectos negativos en la piel, sobre todo en la de los bebés, si no se toman las precauciones debidas.
En estos meses de verano, la temperatura se intensifica llegando a bordear los 28°C en promedio, causando posibles quemaduras, manchas, irritación y resequedad en la piel de los pequeños. Pero, ¿por qué ellos son más vulnerables frente a estas circunstancias?
“Unas de las características más destacables es que los bebés poseen más delgada y sensible que la de una persona adulta. Esto provoca que sea más propensa a resecarse y dañarse por el cloro de una piscina, por ejemplo, o irritarse por un prolongado contacto con la sal marina o sufrir quemaduras por su escasa protección contra los rayos UV. Por tal motivo, es recomendable no exponer en contacto directo con el sol a bebes menores de 1 año” indicó Catherine Córdova, especialista dermatóloga de Dermática.
Entonces, ¿cómo se pueden prevenir todos esos problemas? Ximena Luna, especialista de Babysec, brinda algunas recomendaciones para el cuidado que se debe tener con la piel de los bebés en las visitas a la playa o piscina durante los días de verano y así, disfrutar al máximo de los días de sol:
Aplica bloqueador
Ante la delicadeza de la piel en los menores, el bloqueador es un elemento indispensable para proteger su salud. El producto que elijas debe estar indicado para bebés, considerando que sea resistente al agua y, de preferencia, con un factor de protección solar (FPS) mayor a 50. Se recomienda aplicarlo media hora antes de que los niños empiecen a estar expuestos y, se debe repetir el proceso cada dos horas o luego de entrar al mar o la piscina.
Ten a la mano un gorro y lentes de sol
El uso de gorros, lentes de sol y ropa de algodón contribuye mucho a evitar daños en la piel de los bebés. Asegúrate de que el gorro no solo proteja su rostro sino también sus orejas y su cuello, por lo que es preferible usar los de ala ancha y de tela con protección UV. Los lentes, por su parte, evitarán una sobreexposición dañina de sol a la vista de los pequeños.
Lleva o alquila una sombrilla
Si bien el bloqueador y otros elementos son importantes para el cuidado de la piel, el uso de una sombrilla resulta vital como método de prevención, más aún si tiene protección UV. Esto se aconseja tanto para los niños como para los adultos.
Lleva una muda de ropa extra y pañal de agua
Un pañal para el agua es ideal tanto para la piscina como la playa, ya que está diseñado para resistir esas condiciones y, además, brindar comodidad sin generar problemas en la piel de los niños. Por otro lado, la muda de ropa evita que la arena irrite la piel de los bebés y la sensación de frío.
Elige un buen pañal extra suave y con horas de absorción
Si bien es cierto que los pañales especiales para el agua son de gran ayuda, también hay que tener en consideración los que se usan en su día a día. Debido a los elevados índices de calor, es importante que los bebés se sientan cómodos usando un pañal extra suave y con extensas horas de absorción, dado que el contacto de la orina y heces podrían originarles escaldaduras o irritaciones.
Ten en cuenta el tiempo de exposición
Para reducir los riesgos de daños en los niños, muchos especialistas recomiendan que se evite exponerlos al sol entre las 10 de la mañana y las 3 de la tarde, dado que esas son las horas en las que los rayos UV alcanzan su mayor intensidad.